LOS PRINCIPIOS DETRÁS DE LAS REGLAS DE GOLF
Richard S.Tufts
ESTE PEQUEÑO TRABAJO ES RESPETUOSAMENTE DEDICADO A:
TODOS LOS AMANTES DEL JUEGO DEL GOLF
PIDIENDO
DISCULPAS POR EL HECHO DE QUE ES ALGO DURO Y
LA ADVERTENCIA
DE QUE PRETENDE EDUCARLOS, NO ENTRETENERLOS.
CONTENIDOS
A MODO DE INTRODUCCIÓN
3.
UNAS PALABRAS
DE ADVERTENCIA
LOS DOS GRANDES PRINCIPIOS DEL
GOLF
5.
JUEGA EL CAMPO
COMO LO ENCUENTRES
6.
DESDE EL TEE
HASTA EL AGUJERO
7.
ESTO ES GOLF
LOS PRINCPIOS OPERATIVOS
8.
TODO EL GOLF SE
DIVIDE EN DOS PARTES
12. MI FIEL
ASOCIADO
13. COSAS INJUSTAS
ALGUNOS COMENTARIOS GENERALES
19. PUNTADAS
SUELTAS
21. JUEGA
A MODO DE INTRODUCCIÓN
1.
DEBE HABER UN
PROPÓSITO
Es desde luego desafortunado que, en un juego tan apasionante como el golf, el apreciar las Reglas bajo las que se juega el juego sea la excepción más que la norma. Incluso una modesta comprensión de las Reglas puede mejorar en gran medida el placer que se deriva del deporte. Es más, es difícil entender cómo es posible convertirse en un devoto del golf sin al menos comenzar a preguntarse sobre el código que regula el juego.
Para estar seguros el lenguaje de las Reglas es seco y preciso, debe serlo. La comprensión de las Reglas exige una lectura cuidadosa y difícilmente pueden ser leídas por encima en una sola sesión. Sin embargo, para aquellos que hacen el esfuerzo, la recompensa es grande. Las Reglas de Golf son, en efecto, un código hermosamente equilibrado, rico en lógica, drama y las tradiciones de un gran deporte.
El propósito de este breve trabajo es
dotar de un poco de vida a los secos huesos de las Reglas con la esperanza de que puedan convertirse en un agradable
compañero en el disfrute del juego.
2.
DÉJENOS SUGERIR
Se han insertado en el texto, entre corchetes, frecuentes referencias a las Reglas. Lo que sigue puede tener muy poco valor para el lector salvo que se tome el tiempo de ir a su libro de Reglas y leer cada referencia cuidadosamente1. Hay varias razones por las que esto es necesario.
Primero, el propósito de
este trabajo es servir como una guía de las
Reglas y, salvo que se haga completo uso de las referencias a las Reglas
incluidas en el texto, el lector nunca será capaz de
desarrollar una fuerte asociación entre las materias que se discuten y las varias Reglas a las que se aplican.
No se ha hecho ningún esfuerzo en el texto para dar cuenta en su totalidad del funcionamiento de las varias Reglas que se discuten. Haberlo hecho habría sido incómodo. Además, el libro de Reglas cubre las Reglas tan completamente y explícitamente como su funcionamiento y explicación puede ser descrito. En cualquier discusión de Reglas es siempre mejor referirse a las propias Reglas. Incluso aquellos que confían en su familiaridad con lo que provee una Regla en particular pueden sorprenderse con los descubrimientos que hacen cuando la leen detenidamente.
Finalmente, no hay forma más difícil de familiarizarse con el libro de Reglas que
empezar por el principio y continuar todo seguido hasta el final. Al ir
saltando de una a otra en una visita guiada, como si dijéramos, el lector obtendrá una mucho más completa
comprensión de las Reglas y al mismo tiempo
aprenderá cómo encontrar su camino en el libro
cuando esté buscando las respuestas para su problema de Reglas.
1 NOTA: Las
referencias al texto son a las reglas de 2008, tal y como las editó la USGA
3. UNAS PALABRAS DE ADVERTENCIA
No sería correcto permitir al lector aventurarse más allá de la portada del libro de reglas sin haberle advertido antes del alcance y complejidad de la materia que va a estudiar. No hay otro juego como el golf.
La mayoría de los juegos de exterior – baseball, fútbol, hockey, tenis, por ejemplo – se llevan a cabo en unos campos de juego bien definidos, en el que las condiciones son prácticamente duplicadas sea donde sea que se juegue ese deporte en particular. El único standard común para el golf es el tamaño del agujero, 4,25 pulgadas [Definiciones: Agujero] y quizás también el número de hoyos, 18, que constituye una vuelta estipulada [Definiciones: Vuelta Estipulada]. Aparte de eso es difícil imaginar la tremenda variedad de condiciones, objetos y circunstancias con las que las Reglas de Golf tienen que tratar en su aplicación a todo lo largo del mundo del juego del golf.
No sólo se distingue el golf por la falta de standards y la superabundancia de condiciones bajo las que se juega sino que no hay otro juego que se pueda jugar en tal variedad de formas. En la mayoría de los deportes, el método de juego y el número en un bando son fijos, mientras que los juegos de golf pueden ser jugados por hoyos o por golpes, o con bandos constituidos como individuales, foursomes o cuatro bolas [Definiciones: Bando y partidos].
El golf
es un juego complejo, y debemos anticipar que las Reglas reflejarán este hecho.
4. LOS PRINCIPIOS DEL GOLF
¿Cómo, entonces, es posible dotar de una comprensión de las Reglas a aquellos incapaces o no deseosos de dedicar largas horas a su estudio? ¿Cómo podemos humanizar una materia que es, admitámoslo, compleja y pedante? ¿Cómo pueden las frías Reglas ser hechas para que parezcan parte y parcela de un juego cálido como el golf?
Afortunadamente hay una forma. Recorriendo las Reglas hay principios subyacentes que, como las barras de acero que están por dentro de la superficie de los pilares de hormigón, sirven para unir el material frágil y darle fuerza. A pesar de que estos principios son raramente referidos específicamente en las Reglas, son bien reconocidos por todos aquellos que trabajan con las Reglas y pueden servir excelentemente como una guía, no sólo al trabajar con las Reglas, sino también para empezar a familiarizarse con ellas.
Estos principios básicos son, afortunadamente, simples, lógicos, prácticos y expresivos. Mediante su reconocimiento y su aplicación a Reglas específicas es posible dar calor y comprensión a la austeridad y complejidad de las Reglas. El único aviso serio que debe hacerse es que estos principios nunca pueden convertirse en un sustituto adecuado de las propias Reglas. La más exacta redacción descriptiva de las Reglas es esencial para dotar de respuestas adecuadas a las muchas cuestiones complicadas que surgen en el desarrollo del juego.
Ya que el propósito de
este trabajo se limita al desarrollo y estudio de estos principios, no puede ser usado como un sustituto del libro de
Reglas, ni debería ser usado como un libro de referencia. El único propósito de su preparación ha sido proveer una introducción a las
reglas de Golf y una amplia y general comprensión de éstas. La
mejor manera de conseguir esto es seguir
el hilo de cada principio separadamente mientras navega a todo lo largo del libro
de Reglas.
LOS DOS GRANDES
PRINCIPIOS DEL GOLF
5. JUEGA EL CAMPO COMO LO ENCUENTRES
Si hay un principio más básico que cualquiera del resto debe ser que juegues
el campo como lo encuentres [Definiciones:
Campo]. Esto simplemente
significa que el jugador debe aceptar las
condiciones que se encuentra durante el juego y que no puede alterarlas para
acomodarlas a su conveniencia.
Este principio se establece por primera vez bajo la Regla 13-1, pero es la Regla que sigue, la Regla 13-2, la que ancla firmemente el hecho de que el suelo y todo lo que crece o está fijo en él es parte del reposo del jugador y no debe ser movido. Desafortunadamente no hay ninguna regla en el libro que sea violada más frecuentemente y si este trabajo no lleva al lector más allá de la lectura cuidadosa de la Regla 13-2, ya habrá servido a un propósito útil.
El objeto de esta Regla es obvio. Una de las grandes características del Golf es que prueba la habilidad del jugador para ejecutar un gran abanico de golpes bajo una aperplejante variedad de condiciones. El golf dejaría de ser un juego de habilidad si se permitiese a los jugadores obtener las mejores condiciones a afrontar mediante su eliminación, en lugar de afrontarlas mediante la experta ejecución de su golpe.
El golf, como la vida, está lleno de golpes. Es un juego de oportunidades, siendo una de sus cosas fascinantes “el modo en que la bola bota”. Ser capaz de aceptar estos golpes y a pesar de ello seguir jugando tu juego ha sido siempre una de las pruebas del verdadero campeón, una prueba que es más importante cumplir satisfactoriamente que en ningún otro deporte. La aceptación de las condiciones que el jugador encuentra en el campo es, por tanto, una parte vital del juego.
La Regla 13-2 se debe tomar literalmente. Cuando la regla prohibe que el jugador mejore o permita que sean mejoradas
irregularidades de la superficie, significa exactamente eso. Es tanta violación de las Reglas de Golf apoyar tu palo en un área arenoso en la
calle como lo es en un bunker, si al hacerlo se mejora el reposo de tu bola. De hecho, esa parte de la Regla que cubre las
circunstancias de una bola que reposa en o toca un obstáculo [Regla 13-4], podría estar cubierta igualmente por la Regla 13-2. Ambas Reglas están en el libro con el mismo propósito, que es asegurarse de que el jugador juega el
campo como lo encuentra.
Otras partes de la Regla 13-2 son igualmente rígidas. La hierba no debe ser doblada en el acto de
preparar el golpe. El principio de jugar el campo como lo encuentres se
extiende para cubrir más que
simplemente el reposo de la bola. La prohibición cubre cualquier cosa en la línea a través de la cual
la bola puede desplazarse razonablemente [Definiciones: Línea de
Juego]. Las reglas incluso dejan claro que el jugador debe tomar su colocación en el
campo tal y como lo encuentra [Regla 13-3].
Un mayor apoyo a este principio se encuentra en las reglas especiales
que cubren reposos en o tocando obstáculos
[Regla 13-4] y la línea de
putt en el putting green [Regla 16-1a y 1c]. En la Regla 16-1a y 1c el principio de no ajustar/arreglar nada (excepto los
piques de bola y antiguos agujeros) en la línea a través de la
cual la bola puede desplazarse en el putting green [Definiciones:
Línea de putt] es de nuevo cubierto específicamente.
El lector habrá notado que la parte final del
primer párrafo de la Regla 13-2 prevé varias excepciones al principio que la regla establece. El jugador puede
mover cosas para poder adoptar su colocación, pero el uso de la palabra “limpiamente” restringe
ese doblar y romper a esas cosas que
interfieren con el acto de colocarse en una posición tan normal como las circunstancias lo permitan para
jugar su golpe, y cualquier acción no razonable hecha con el propósito de quitar
algo que pudiera interferir con su golpe está, por supuesto, completamente
prohibida. También, el jugador no estará penalizado si las cosas se mueven o se rompen en la ejecución del movimiento con el que da su golpe [Definiciones: golpe], pero esta excepción no cubre
acciones causadas por movimientos (waggle) preliminares, swings de práctica o el indiscriminado movimiento del palo antes
de dar el golpe.
El carácter de las excepciones por tanto sirve sólo para reforzar el principio. Obviamente si quiera realizar algún progreso, se le debe permitir colocarse y pegarle a su bola. Puede ser dicho, por consiguiente, que fundamentalmente las Reglas no permiten ninguna separación de este principio.
En conexión con la afirmación positiva anterior, es necesario reconocer que las Reglas garantizan lo que a priori pueden parecer como ciertas excepciones adicionales al principio de jugar el campo como lo encuentres. Sin embargo, todas estas circunstancias añadidas no son en realidad excepciones al principio; forman parte de la naturaleza de garantizar alivio de una parte del campo que no está en condiciones adecuadas [Regla 25 – Condiciones Anormales del Terreno] o de objetos que no son parte del campo o que, si están unidos al campo, no son una parte correcta del él [Rega 24 – Obstrucciones].
Este tipo de alivio se considera en
el capítulo 13. Se incluyen agua
accidental, terreno en reparación, piques
de bola en el green, objetos que no están unidos al campo y tales obstrucciones inamovibles como los refugios
de lluvia o caminos de buggy. Se han insertado aquí referencias a estas materias debido a su estrecha
relación con el principio que estamos
tratando.
De todos los principios básicos, el
jugar el campo como se encuentre es ciertamente uno de los más sagrados y aquellos que lo
violan difícilmente pueden haber adquirido
una comprensión o aprecio hacia el juego.
6. DESDE EL TEE HASTA EL AGUJERO
El segundo gran principio del golf es que pones la bola en juego al comienzo del hoyo, juegas sólo tu bola y no la tocas hasta que la levantas del agujero. [Definiciones: Bola en juego y Lugar de salida] Para indicar la importancia de este principio, la Regla que la cubre ha sido puesta en primer lugar en el libro de Reglas [Regla 1-1].
El principal propósito de
las Reglas, las definiciones y aquellas reglas locales que estén en vigor es informar al jugador sobre la forma en
la que ha de cumplir con este principio, en
el proceso de mover la bola desde el tee hasta el agujero. Por ejemplo, no puede
tocar la bola a propósito
[Regla 18-2] y debe golpearla [Regla 14-1] usando un número limitado de palos [Regla 4-4] con un diseño autorizado [Regla 4-1 y Apéndice II].
La confirmación del
principio es libremente provista en la regla con las muchas situaciones donde se invocan penalizaciones por
violaciones del principio. Por ejemplo, un jugador debe embocar con la
bola jugada desde el lugar de salida [Regla 15-1] y hay penalización si juegas otra bola que no sea la tuya [Reglas 15-2, 15-3,
30-3c y 31-5]. Como protección contra
tal desastre, se aconseja al jugador que ponga una marca en su bola [Regla 6-5] y se le permite tocar su bola para
levantarla con el propósito de identificarla [Regla 12-2].
Otra regla que restringe al jugador a jugar la bola que ha puesto en juego en el lugar de salida tiene que ver con la práctica [Regla 7-2]. El jugador no se puede preparar para los golpes que va a jugar practicando durante el juego del hoyo y no puede practicar desde un obstáculo entre el juego de dos hoyos o en o hacia los greenes del campo salvo el último jugado [Regla 7-2] o si de otra manera causa demora indebida [regla 6-7]. La práctica permitida entre el juego de dos hoyos cubre practicar el putt o chipear tras haber embocado y demora en el juego incluye tanto el retraso que tal práctica pueda causar en el comienzo del siguiente hoyo como el retener al partido siguiente, que pueden estar esperando.
Sin embargo, es obvio que habrá circunstancias en golf en las que el jugador será incapaz limpiamente de completar el juego del hoyo
salvo que se le permitan algunas excepciones al principio de avanzar la bola
sin tocarla. Las excepciones son bastante numerosas
-desafortunadamente han de serlo- y debido a ello se fomenta un manejo bastante informal de la bola con lo que uno de los
verdaderos principios básicos del golf se debilita. Desafortunadamente, pocos
golfistas parecen apreciar que las salvaguardas con las que las Reglas acompañan las excepciones sirven realmente para fortalecer el principio de que no toques la bola mientras que
esté en juego. Todo jugador haría bien en conocer sus derechos antes de tocar su
bola durante el juego de un hoyo.
Algunas de las situaciones donde se permiten excepciones a este principio son las siguientes:
Cuando se permite limpiar la bola [Regla 21 y Regla 16-1b];
cuando la bola ha sido movida por otra agencia/causa ajena y debe ser repuesta [Regla 18];
cuando el jugador la considera injugable [Regla 28];
cuando está en terreno en reparación del que se puede dropar/aliviar [Regla 25-1];
cuando está cerca de una obstrucción inamovible que interfiere con el golpe [Regla 24-2];
cuando se toma alivio de un obstáculo de agua [Regla 26] y muchas otras.
Debería ser puesto de manifiesto
cuidadosamente que en todas las situaciones en las que se permite al jugador tocar su
bola, ésta debe ser siempre puesta de nuevo en juego no más cerca
del agujero que el punto en el que vino a reposar. Por lo tanto se mantiene cuidadosamente el principio de que el jugador no
puede avanzar su bola hacia el agujero por
ningún otro medio que no sea golpeando la bola con el palo.
Una impresionante confirmación de este principio se encuentra en la Regla 20-7c, que dice: “El Comité debe
determinar si un competidor ha cometido una grave infracción de la Regla aplicable”. ¿Qué significa esto? La Regla 20-7c se refiere a una bola que ha sido
puesta en juego en un lugar equivocado y jugada, cuando la bola
original estaba perdida, fuera de límites o
injugable; o cuando se ha tomado alivio de un obstáculo de agua,
de terreno en reparación,
de una obstrucción
inamovible, etc. Las Reglas proveen una penalización de dos golpes en el juego
por golpes por no proceder como se dice pero reserva para el Comité la determinación de si una violación es lo
suficientemente amplia como para
crear una infracción del principio establecido en la
Regla 1-1. Si lo es el jugador incurre no sólo en la penalización de dos golpes sino que debe corregir
su grave infracción por jugar desde lugar equivocado
abandonando la bola así jugada y
jugando desde el lugar correcto.
Así, una bola dropada por haber perdido la bola bajo golpe y distancia unos pocos pies más cerca del agujero que el punto desde donde la bola original fue jugada por última vez representaría una violación de la Regla 27-1 y 20-7, cuya penalización en el juego por golpes es de dos golpes y el juego del hoyo se completa con la bola así jugada. Sin embargo, si la bola fuese dropada donde se cree que se perdió la bola en lugar de en el punto desde donde fue jugada o si fuese dropada de forma que evitase alguna interferencia con el vuelo de la bola, como un árbol grande, entonces obviamente el jugador no habrá jugado el campo completo. Habrá violado uno de los dos principios básicos del golf.
En el juego por golpes, la penalización es de dos
golpes y salvo que corrija el error antes dejugar desde el siguiente lugar de
salida (o en el caso del último hoyo
de la vuelta declare su intención de
corregir su error antes de abandonar el green) está descalificado.
7. ESTO ES GOLF
Una combinación de los dos grandes principios suministra una buena
definición del juego del golf. Pon tu
bola en juego al comienzo del hoyo, juega el campo como lo encuentres, juega sólo tu propia bola y no la toques hasta que la
levantes del agujero.
Aquellos que no entienden el golf o que no han adquirido nunca el espíritu del juego deberían memorizar
esta simple definición y repetirla mientra
que juegan. Simplifica de una forma
hermosa las complejidades del juego. Al aceptarlas las Reglas se convierten en
simples regulaciones a través de las
cuales estos dos grandes principios del juego se mantienen al afrontar la gran
variedad de situaciones complicadas producidas por las condiciones bajo las que
se juega al golf.
Los principios que se desarrollan de ahora en adelante sirven para
dotar de un entendimiento de la aplicación de las Reglas al golf tal y como se define por estos dos grandes
principios. En este sentido, son los principios operativos del juego. Ellos proveen las respuestas a las cuestiones específicas de
procedimiento que se desarrollan en el juego a medida que se va desde el tee
hasta el agujero alrededor del campo. Sirven a un importante y útil propósito, pero
deben ser siempre subsidiarios de estos primeros dos principios básicos.
LOS PRINCIPIOS
OPERATIVOS DEL GOLF
8. TODO EL GOLF SE DIVIDE EN DOS PARTES
Históricamente, el golf siempre ha sido un juego de match
play, y el stroke play (al que se conoce frecuentemente como “medal” play) es una innovación relativamente moderna. Es normal
por tanto que las reglas de stroke play sean una modificación de las de match play. Sin embargo, el hecho de que una modalidad
de juego sea una modificación de la
otra no sirve para explicar completamente las diferencias fundamentales entre
estas dos grandes divisiones del juego.
Aquellos con sólo una familiaridad casual con las Reglas se quedan especialmente sorprendidos con los muchos procedimientos contradictorios para match play y para stroke play. Incluso las propias reglas reconocen que el match play y el stroke play son completamente diferentes [Regla 33-1].
Por lo
tanto, uno de los principios más útiles es aquel que se refiere a estas diferencias. Este
principio es que en match-play estáis involucrados sólo
tú y tu contrario2 pero en stroke-play cada competidor en el campo
tiene un interés
en los resultados de tu juego.
Para elaborar más aún este principio, es obvio que
en match play tu contrario, estando presente, puede proteger sus intereses siempre que
puedan estar en peligro por alguna de tus acciones. Sin embargo, en stroke play, ya que
los otros competidores en el campo no pueden estar presentes para proteger sus
derechos, es esencial que las reglas sirvan como salvaguarda de sus intereses.
Hay muchas situaciones en las que este
principio
prevalece. Por ejemplo, cuando un jugador comienza el
juego de un hoyo jugando su bola desde fuera del lugar de salida, en match play
el contrario puede pedir que repita el golpe si piensa que ello le ha supuesto
alguna desventaja [Regla 11-4a]. En stroke-play, ya que las Reglas deben proteger los derechos de todos los competidores
ausentes, el jugador no tiene opción. Se le penaliza con dos golpes y es
requerido a volver a jugar adecuadamente desde el lugar de salida [Regla 11-4b].
En el green, el jugador en un match tiene el derecho a que una bola
que interfiere sea quitada antes de que juegue [Regla 22], pero no hay
penalización si la bola, ya sea de un contrario o de un compañero, es golpeada [Regla 19-5]. En stroke play el
jugador tiene el mismo privilegio de que
una bola que interfiere sea quitada [Regla 22] pero ya que él puede recibir alguna ventaja en su competición contra el resto de los jugadores si su bola
golpease otra bola, se penaliza al jugador con dos golpes en stroke play si
esto ocurriese cuando ambas bolas reposasen
en el green antes del golpe [Regla 19-5].
2Nota: En las páginas anteriores el “jugador” ha estado sólo, pero ahora que vamos a introducir su
parte opuesta, el “contrario”, parece correcto, ya que no se define en
las reglas, puntualizar brevemente el especial
significado con el que estas palabras van a ser usadas en las próximas páginas.
Jugador.
Puede ser cualquier que juega el juego, pero especialmente cuando se limita por
el artículo “el” se aplica al jugador en el juego por hoyos que va a
jugar o que acaba de jugar un golpe.
Contrario. Un jugador en el bando que esta compitiendo contra el jugador en el juego por hoyos y
usualmente el otro golfista que está involucrado con el jugador en la situación de Reglas que se discute.
El Jugador y el Contrario se corresponden a esos
bien conocidos caracteres A y B. Competidor y Compañero-Competidor [Definiciones: Compañero-competidor] son las partes opuestas en
el juego por golpes.
El principio de que los jugadores en match play son las únicas partes involucradas y pueden por tanto hacer lo que les parezca al tomar o no tomar una acción para
proteger sus derechos
no se extiende, sin embargo, hasta el punto de que puedan acordar no tener en cuenta las Reglas. Un jugador generoso puede
obviar una infracción de la
Regla por parte de su contrario pero,
obviamente, si esto se hace por mutuo acuerdo, entonces ningunos de los
jugadores está jugando el juego apropiadamente y ambos
deberían ser expulsados de la competición [Regla
1-3].
Debería notarse en los ejemplos que se
han dado y generalmente hablando que en stroke-play
las Reglas están diseñadas para proteger los
intereses de los competidores ausentes sin depender de que un compañero competidor los proteja.
Sin embargo, se presupone por supuesto, que un compañero competidor alerta y justo protegerá los intereses de los competidores ausentes requiriendo que el jugador juegue de acuerdo con las Reglas. Si, adicionalmente a ser compañero-competidor, resulta ser el marcador del jugador [Definiciones: Marcador], al firmar la tarjeta del jugador [Regla 6-6] el marcador certifica con ello que el resultado ha sido obtenido de acuerdo con las Reglas de Golf.
En el juego por golpes hay otras formas en
las que el compañero-competidor representa los
intereses de loa competidores ausentes. Por ejemplo, aunque un jugador puede
levantar su bola para determinar si está inservible para el juego [Regla 5-3], el jugador debe primero
anunciar su intención de
hacerlo a su marcador o a otro compañero-competidor,
marcar la posición de la bola, examinarla y dar al
marcador o al compañero-competidor
una oportunidad de examinar la bola.
Otra regla que mantiene el principio de que es necesario mantener condiciones equitativas sólo entre jugadores contrarios en match play pero debiendo cubrir a todo el plantel en stroke play, se refiere a la cuestión de la práctica en el campo antes de empezar a jugar. Salvo que el Comité [Definiciones: Comité] lo haya determinado de otra manera, no hay restricción a tal práctica en el campo en match-play, ya que todos los jugadores involucrados tienen las mismas oportunidades de dedicarse a la práctica nates de que comience su partido [Regla 7-1a].
Sin
embargo, en stroke play, para que los que
salen tarde no tengan la ventaja de una mayor oportunidad de familiarizarse con
las condiciones de juego, las Reglas prohíben toda práctica en
el campo antes de empezar, a salvo de lo que el Comité prevea [Regla 7-1b].
Este principio tiene una
aplicación muy amplia a través de las Reglas y nos lo encontraremos varias veces
en las siguientes páginas.
9. CÓMO VA LA BATALLA
Un segundo principio que tiene que ver con las diferencias inherentes
entre el stroke play y el match play provee que el jugador en match play
tiene derecho a saber el estatus de su partido en todo momento. En match
play el grado de riesgo que el jugador pudiera querer asumir en el juego de
cada golpe puede variar mucho dependiendo de las circunstancias. En stroke
play, la información sobre el esttus
del jugador con respecto al resto de los
participantes está disponible en raras ocasiones y el incentivo es usualmente
constante: hacer un resultado en la vuelta lo más bajo posible.
Para soportar este principio las reglas requieren que un contrario en match play dé información sobre los golpes que lleva cuando sea requerido [Regla 9-2]. En ambas formas de juego el jugador es requerido a informar su contrario o compañero-competidor tan pronto como sea practicable siempre que incurra en una penalización, pero en match play si el jugador no informa a su contrario de que ha incurrido en una penalización o no corrige una mala información sobre los golpes que lleva antes de que su contrario juegue su siguiente golpe, incumple la regla 9-2 por dar información equivocada y pierde el hoyo.
Para dar más
seguridad aún a que el jugador esté avisado en todo momento del estatus del partido,
cualquier reclamación de que
se ha violado una regla debe hacerse antes de que se comience el juego del
siguiente hoyo [Regla 2-5]. Esto proporciona
al jugador la oportunidad de dejar cerrado el punto dudoso antes de seguir
con el partido, o por lo menos, si el juego se continúa con la cuestión sin resolver, el jugador sigue con el conocimiento de
que el estatus del partido puede verse afectado por la decisión final del Comité.
Ya que en stroke play no es necesario dejar cerrados los puntos
dudosos durante el curso del juego, las Reglas proporcionan los medios para que
el juego continúe, permitiendo al jugador completar el juego del hoyo con una segunda bola
[Regla 3-3] y preguntando la cuestión a decidir por el Comité antes de
entregar su tarjeta de resultados a la conclusión de la vuelta [Regla 34-3].
10.
CUANDO LO HACEMOS MAL
Nadie quiere incurrir en una penalización [Definiciones: Penalización]
pero hay tantas en las reglas que son a menudo un factor en el resultado del
juego. Generalmente hablando hay cuatro
tipos de penalizaciones.
1) Aquellas que vienen como resultado del juego, como una bola jugada fuera de límites, golpear otra bola en el juego por golpes cuando ambas bolas reposan en el green antes del golpe, etc.
2) Aquellas que son el resultado de un acto accidental del jugador, como mover una bola una vez preparado el golpe.
3) Aquellas que son el resultado de actos premeditados del jugador, como levantar una bola en juego antes de embocar, mejorar el reposo de la bola, etc. Debe tenerse en cuenta que incluso los actos premeditados son normalmente inadvertidos o hecho por ignorancia de las Reglas.
4) Aquellas que tienen origen en no proceder de acuerdo con las Reglas, como poner una bola en juego incorrectamente, demorar el juego, etc.
Afortunadamente en golf, la violación deliberada de las Reglas es un suceso raro y es una interesante
demostración del elevado plano moral en el
que el juego es jugado universalmente el hecho de que aquellos que violan
intencionadamente las reglas encuentran en seguida dificultades para formar
partida. Ya que pocas violaciones son del
tipo intencionado, es obvio que la palabra “penalización” no se usa
en las Reglas en el sentido de
ser un castigo.
La palabra “ajuste” sería más apropiada y es aquí que llegamos al principio que se aplica a las penalizaciones. La
penalización no debe ser menor que la ventaja que el jugador podría obtener de una violación de una regla en particular. En otras palabras,
ya sea la violación inadvertida o deliberada, ya ocurra como
consecuencia del juego o debido a un acto accidental o a propósito del jugador,
ya surja por no proceder de acuerdo con las Reglas independientemente de las
circunstancias, la penalización debe ser siempre de la suficiente magnitud como
para desanimar al jugador a buscar o recibir ventaja bajo las Reglas.
El propósito de las Reglas es asegurarse, tanto como sea posible, que todos juegan el mismo juego. Las penalizaciones sirven para evitar la posibilidad de que al obtener una ventaja de una regla inadecuadamente protegida/aplicada los jugadores jueguen un juego completamente distinto del golf. Las penalizaciones deben ser adecuadas para proporcionar esta protección ya que, si fuesen muy livianas, sería concebible que el golf se convirtiese en un juego de negociación, con el jugador aceptando penalizaciones deliberadamente con el objeto de obtener alguna ventaja. Entonces, las Reglas en si mismas proporcionarían al jugador con un método barato de evitar los resultados de un golpe mal jugado. Bajo estas condiciones el golf perdería todo su carácter y se convertiría en un travestido.
Con el objeto de mantener este principio, se debe admitir que a veces
las penalizaciones parecen ser indebidamente severas. Es imposible proporcionar
una escala completamente graduada de
penalizaciones, aunque las Reglas permiten modificar una penalización de
descalificación [Regla 33-7], y la penalización
aplicada a cada regla en particular debe
ser específica y adecuada al menos para igualar la máxima ventaja que el jugador
probablemente reciba. Las penalizaciones no pueden ser esperadas, ni se
conciben para contrarrestar exactamente la ventaja obtenida de la violación.
En lo relativo a su severidad, las
penalizaciones pueden ser divididas en tres graduaciones generales: un
golpe, dos golpes en el juego por golpes y su equivalente de pérdida del hoyo en
el juego por hoyos, y descalificación. Es interesante examinar cada
una de estas clasificaciones a la luz del
principio de que la penalización no debe ser menor que la ventaja obtenida.
PENALIZACIONES
DE UN GOLPE
La penalización de un golpe se incurre más a menudo en conexión con el movimiento accidental de la bola por el jugador [Regla 18-2a y 2b]. Es inconcebible que el jugador pueda obtener una ventaja superior al movimiento accidental de su bola que al golpearla a propósito con un palo y, por tanto, una penalización de un golpe cumple los requerimientos del principio. Por razones similares la penalización es de tan sólo un golpe por dropar la bola de forma inadecuada [Regla 20-2a], golpear la bola más de una vez mientras se ejecuta un golpe [Regla 14-4], etc. Cuando una bola no puede ser jugada desde un obstáculo de agua y el jugador elige dropar detrás del obstáculo, la penalización de un golpe es el equivalente al golpe de recuperación que el jugador hubiese de otra manera jugado [Regla 26-1].
Otra penalización de un golpe cubre las provisiones de dropar desde un lie injugable [Regla 28]. En este punto la penalización puede ser infinitamente inferior que la ventaja obtenida por el jugador, ya que la diabólica pequeña esfera con la que se juega el juego tiene la infeliz capacidad de alojarse en situaciones verdaderamente escalofriantes.
Sin embargo, en esta disyuntiva, las Reglas exhiben una generosidad inesperada al proporcionar dos vías de escape (dropar dentro de la distancia de dos palos del reposo no más cerca del agujero o dropar detrás del punto donde reposa la bola, manteniendo ese punto directamente entre el agujero y el punto donde se dropa la bola) que son los equivalentes a una recuperación mediante el uso de un golpe.
Sin embargo, las dos opciones arriba descritas no cubren la situación en la que la bola ha entrado en un área en el que no hay lugar posible donde dropar una
bola sin que vuelva a estar injugable. En estas circunstancias no hay otra
alternativa más que poner una bola en juego otra
vez en el punto desde donde la bola original fue jugada por última vez. Supuestamente la penalización para este
procedimiento debería ser exclusivamente de distancia, que es el equivalente a la penalización e
un golpe para las dos opciones discutidas antes. Desafortunadamente esto no
puede ser así por las siguientes razones:
En el caso de una bola injugable [Regla 28] el jugador es el único juez para determinar que la bola está injugable. Esto debe ser así ya que es impracticable definir las condiciones que hacen que una bola esté injugable; es básicamente una cuestión de opinión. Ya que el jugador puede declarar cualquier bola injugable, independientemente de la verdadera naturaleza del reposo, si las Reglas permitiesen volver a jugar el golpe desde donde se jugó previamente exclusivamente con la pérdida de distancia, habría muchos momentos en los que sería ventajoso para el jugador aceptar la penalización antes que intentar jugar su bola.
Un poco de imaginación nos
traerá a la mente muchos de estos casos.
El obvio es la bola mal jugada hacia un bosque
profundo desde el que el jugador sería
afortunado si sacase la bola con varios
golpes. Obviamente, si la penalización fuese pérdida de distancia exclusivamente,
le sería más conveniente volver a jugar el golpe desde donde dio el golpe
anterior. Sin embargo, si el jugador elige dropar detrás del punto donde su bola reposa o dentro de la distancia de dos palos, entonces no evita la
dificultad general en la que se ha metido él mismo y es razonable permitirle obtener alivio de un mal reposo con
una penalización de un golpe.
El uso de la penalización de pérdida de distancia exclusivamente debe ser evitado porque puede haber situaciones en las que la distancia
que la bola ha cubierto resulta en efecto en que la bola esté más lejos
del agujero o en una situación más desfavorable. Esto ocurre, por ejemplo, con un approach topado o
cuando se ha dado un putt demasiado fuerte en un green rápido, yendo
la bola más allá del agujero y a una hondonada o a un bunker. El derecho a repetir
desde donde se dio el último golpe sin penalización adicional resultaría en una
ventaja sustancial para el jugador.
Por lo tanto es más que aparente que debe haber
una penalización de un golpe y distancia por repetir una bola injugable desde donde se dio el último golpe. Además de para mantener el principio que discutimos ahora, la penalización
para una bola injugable tiene un importante
papel en otras situaciones de reglas que serán consideradas a partir del capítulo 18.
PENALIZACIONES
DE DOS GOLPES Y DE PÉRDIDA DEL
HOYO
La penalización de dos golpes en el juego por
golpes y de pérdida del hoyo en el juego por hoyos es la penalización general bajo las Reglas. En la mayoría de los casos es obvio que una penalización más liviana sería inadecuada. Por ejemplo, en
el caso de que una bola en movimiento fuese deliberadamente parada o desviada por el propio
jugador [Regla 1-2], es obvio
que la ventaja para el jugador sería
considerable. La bola podría haberse
dirigido hacia mayores dificultades, como un bunker, desde el que la habilidad
del jugador para recuperarse de un golpe sería incierta, y la ventaja podría ser sustancial. Una penalización
de un golpe sería inferior a la ventaja adquirida por el jugador,
y por ello las Reglas prescriben una
penalización de dos golpes en el juego por golpes y de pérdida del hoyo en el juego por hoyos (más aún, una
ventaja significativa podría dar
lugar a la descalificación del
jugador) [éste párrafo es una liberalidad deltraductor, pues
la regla que citaba Tufts ha cambiado su penalización
tras la revisión 2008-2011]
Un vistazo al libro de Reglas enseñará que en la
mayoría de los casos donde se prescribe una penalización de dos golpes o de pérdida del hoyo, el jugador está en la posición,
mediante la infracción de la
Regla, de obtener algún tipo de
ventaja indeterminada. La probabilidad es que la ventaja no será mayor que un golpe pero existe usualmente la posibilidad de que sea superior y por tanto se
prescribe la penalización de dos golpes. Tan sólo unos poco ejemplos de tales reglas sirven para dirigir la atención hacia aquellos muchos no citados: el juego de un
golpe de práctica [Regla 7-2], dar o recibir
consejo [Regla 8-1], mejorar el reposo [Regla 13], no golpear la bola
limpiamente [Regla 14-1], tomar un alivio
indebido de obstrucciones [Regla 24] y muchos otros.
La penalización de dos golpes o de pérdida del
hoyo es la penalización estándar usada en las Reglas. Obviamente cualquier penalización inferior no equipararía completamente las posibles ventajas recibidas por el jugador en las situaciones en las
que se usa.
PENALIZACIONES
DE DESCALIFICACIÓN
De la misma manera que hay situaciones que no pueden ser cubiertas adecuadamente con un golpe de penalización, hay momentos en los que una penalización de dos golpes o incluso cualquier número de golpes adicionales es inadecuada. Para estas situaciones el único ajuste aceptable es la eliminación del jugador del hoyo o de la competición mediante la descalificación [nota del traductor: a lo largo de los años, determinadas penalizaciones de descalificación han sido minoradas a una compensación que ha sido considerada más justa (dos golpes, cuatro golpes) en un intento de evitar, en lo posible, la descalificación].
Debe notarse que, desafortunadamente, los golfistas tienen
generalmente la impresión de que
la descalificación implica una conducta no
honorable. Esto no es correcto. El caso más común de la
penalización de descalificación ocurre en el juego por golpes en conexión con la devolución de
resultados incorrectos [Regla 6-6]. Si se devuelve un resultado inferior con la intención deliberada de engañar, el
jugador es culpable de una conducta deshonrosa
con el carácter más flagrante pero los resultados equivocados son rara vez de este tipo, sino más bien
usualmente debidos al descuido del jugador al comprobar su resultado adecuadamente. Ya que la entrega de un
resultado incorrecto podría, al
publicarse información
incorrecta, afectar al juego de otros competidores en la competición y ya que es impracticable bajo las Reglas
distinguir entre la devolución
intencionada de un resultado bajo y la comisión descuidada, la penalización de descalificación debe ser estándar.
Aunque la penalización de descalificación se presenta como indebidamente severa, realmente los que hacen las
reglas nunca gustan de eliminar a un jugador de una competición sin una buena razón. Por ejemplo, parece
realmente brutal desclaificar a un jugador en el juego por golpes por haber jugado
desde fuera del lugar de salida sin corregir
su error [Regla 11-4b]. Sin embargo, si la penalización general de dos golpes
para el juego por golpes fuese la penalización para esta infracción en particular, sería posible que un jugador obtuviese
un resultado de tres en cada hoyo, simplemente al acomodar su bola al lado del agujero y meterla dentro. El
uso de la penalización de descalificación es necesario aquí para asegurarse de que el principio establecido en el capítulo 6 se mantiene.
Hay una serie de ocasiones donde la penalización bajo una Regla es la pérdida del hoyo en el juego por hoyos y sin embargo es la descalificación en el juego por golpes. Podría parecer que la penalización más severa en el juego por golpes no está justificada. Desafortunadamente hay ciertas situaciones en las que no hay otra forma de estimar la ventaja obtenida por el jugador como resultado de la violación. Para este suceso en el juego por hoyos el resultado del hoyo en cuestión puede ser eliminado, ya que una vuelta en el juego por hoyos es en efecto compuesta por el resultado de 18 competiciones separadas, ninguna de las cuales afecta el juego de las otras.
Por contraste, en el juego por golpes, el resultado de un hoyo se añade al resultado del siguiente y al siguiente, y al quitar el resultado de un hoyo eliminas
el total.
Por lo tanto, cuando el resultado del jugador para cualquier hoyo no
puede ser determinado, la ventaja obtenida por el jugador es igualmente
indeterminable y la penalización de descalificación es la única que cumple los requisitos del
principio que estamos considerando.
El clásico ejemplo de una situación donde nada por debajo de la penalización de descalificación es posible en el juego por golpes ocurre cuando el jugador simplemente no emboca con la bola en juego [Regla 3-2]. Las circunstancias son similares cuando el jugador ha jugado una bola equivocada [Regla 15-3] y no ha completado el juego del hoyo con la bola jugada desde el tee y es casi igual en el foursome cuando los compañeros han jugado en el orden incorrecto sin corregir el error [Regla 29-3].
Mientras que
en estos casos la descalificación en el
juego por golpes es la única penalización posible, en el juego por hoyos sólo el resultado
del hoyo en cuestión necesita dejar de
ser tenido en cuenta [Reglas 13-2 y 29-2].
Cuando se trata de penalizaciones, el golfista puede confiar en un
hecho: la presión para mitigarlas a través de los años ha sido terrorífica. Si los
organismos gobernantes del golf no las han reducido, ha sido fundamentalmente por la
incapacidad de diseñar formas y medios de hacerlo sin crear una
violación de los principios que se discuten.
11.
LAS ESCALAS DE JUSTICIA
Que las situaciones similares deben ser tratadas de forma similar es
un principio tan obvio que parece bastante
ridículo incluso traerlo a discusión. Desafortunadamente es uno
de los principios más difíciles de aceptar por el
jugador medio.
El principio se establece en las Reglas por lo que se denomina la regla de equidad [Regla 1-4], la cual, al estipular que aquellas cuestiones no cubiertas por las Reglas sean decididas en equidad, implica que las materias cubiertas por las Reglas han sido dispuestas sobre una base equitativa. La dificultad estriba en fijar una correcta definición de equidad tal y como se usa en las Reglas.
¿Significa justicia, en el sentido
de que la penalización debería
ajustarse al crimen? ¿Significa
imparcialidad, que implica una falta de prejuicios al alcanzar las decisiones?
Ambas definiciones sugieren un examen de
las circunstancias unidas a cada violación en articular y la
administración de una penalización apropiada. Tal
proceso es obviamente imposible en el golf simplemente porque resulta impracticable
proporcionar la necesaria autoridad. Los jueces no están disponibles en
cada tee y un código de penalizaciones graduadas llenaría más de cinco
pies de los
estantes de la librería de cualquiera. La única
respuesta práctica, por lo tanto, es ignorar
las circunstancias particulares y tratar situaciones similares en la misma
forma. Las Reglas no pueden asegurar
justicia pero pueden establecer principios que estén, en lo posible, basados en la justicia.
Un buen ejemplo de la aplicación de la equidad tal y como se define más arriba viene en la Regla de las Obstrucciones [Regla 24]. Dos bolas reposan juntas, ambas a unos pies de un refugio para la lluvia y existe interferencia con la línea de vuelo de ambas bolas al agujero. Sin embargo, como hay interferencia con el golpe del jugador, una de las bolas puede ser levantada y dropada en una posición que libere al jugador de la interferencia en la línea de vuelo de su bola. Parecería que el dueño de la segunda bola tiene derecho también, en equidad, a obtener alivio de la interferencia en la línea de vuelo de su bola.
Desafortunadamente, la línea de vuelo es una cuestión de opinión y las
Reglas por lo tanto no proporcionan alivio de esta condición. La clase de equidad con la que nos enfrentamos en las reglas cubre únicamente los
problemas creados por interferencia de la obstrucción con el
golpe del jugador. En el proceso de ejercitar sus derechos, el jugador puede obtener alivio de otras situaciones
o puede encontrarse en una nueva dificultad. Esto es equidad tal y como
se pone en práctica en las Reglas de Golf. La
interferencia con el golpe por la obstrucción es la “situación similar” cubierta por el principio y la
equidad dicta que situaciones similares han de ser siempre tratadas de la misma manera, independientemente de la buena o
mala fortuna que pueda conllevar.
Un ejemplo más para
ayudar a definir el uso de la equidad. Los resultados del comportamiento del
jugador no son siempre tratados por las Reglas conforme a sus méritos. Por ejemplo, un jugador que afronta lo que
para él es un difícil y largo tiro sobre un obstáculo de agua consigue sobrevolarlo, pero su bola
bota y cae en el obstáculo. Su
contrario, afrontando el mismo problema, pega un mangazo miserable y la tira al agua. Las Reglas no se
preocupan del cómo ambas bolas entraron el obstáculo de agua. Los dos están en el obstáculo, las
situaciones son por tanto la misma, ambas deben ser dropadas antes del obstáculo [Regla 26-1] y se le niega al primer jugador la
ventaja que su mejor juego parece merecer. ¡Su único consuelo estriba en el hecho
de que su contrario dio un golpe malo, pero
lo suficientemente bueno como para al menos alcanzar el obstáculo!
Muchas otras situaciones ocurren en golf que parecerían merecer una consideración especial. Cuando una bola está en una
chuleta en la calle o una pisada en un bunker, el jugador está sufriendo
del descuido de otro y parecería que
tendría derecho a alivio. Correctamente,
las Reglas no prestan más
consideración a estas situaciones que al jugadr que encuentra su bola en una posición igualmente
difícil creada por la naturaleza, las condiciones del campo o cualquier otra
causa. El azar ha puesto a la bola del jugador en una posición
desfavorable y él debe hacer lo posible para
sobreponerse a la dificultad.
El golf, como la propia vida, pone a aquellos que lo juegan en muchas
situaciones que parecen ser injustas. El golfista exitoso se pone por encima de
la situación y se niega a dar paso al desencanto o la frustración. Como se
puede ver, la llamada regla de equidad llevará a dificultades si se aplica
con la idea de buscar una solución justa a la vista de las circunstancias que rodean el caso en particular. La
penalización por una Regla de golf no se
configura para ajustarse a las circunstancias del caso. La respuesta está, sin
embargo, en definir situaciones análogas y darles a todas ellas el mismo
tratamiento.
El punto de vista no es si “esta situación en
particular es injusta conmigo”, sino si “otros en una situación similar y yo en la mía somos
tratados de forma parecida bajo las Reglas”.
12.
MI FIEL ASOCIADO
Las Reglas asignan ciertas funciones al caddie [Definiciones:
Caddie],
tal como llevar los palos del jugador,
manejar su bola o quitar la bandera. Pero aparte de realizar estos deberes
habituales, las reglas también reconocen que el caddie es un miembro del bando del jugador.
Este principio no es entendido generalmente, y sin embargo, excepto cuando los jugadores tienen a otro como compañero (como en un foursome y en un cuatro bolas), las Reglas no permiten al jugador tener a ninguna otra persona asociada con él. Al asistirle en la selección de sus palos, corregir sus faltas, estimar la caída del putting green o para cualquier otra sugerencia o consejo, el jugador sólo puede recibir ayuda de su caddie [Regla 8-1].
Todas esas cosas que las Reglas prohíben que hagan tanto el caddie como el jugador aportan evidencia adicional de que el caddie del jugador es parte de su bando. Entre ellas se incluye mejorar el reposo de la bola [Regla 13-2], detener o desviar una bola en movimiento [Regla 19-2], mover la bola del jugador accidentalmente [Regla 18-2a] y otras muchas. Para el caso de que cualquier olvido de mencionar al caddie, en conexión con el funcionamiento de cualquier regla en particular, pudiese ser interpretado como dejándolo fuera del bando del jugador, las Reglas quitan cualquier duda al dar al caddie la misma responsabilidad que al jugador por infringir cualquier Regla [Regla 6-1]. Y finalmente, se debe hacer notar que la Regla 6-4 no permite al jugador emplear un comité consultivo de caddies – está restringido a uno sólo.
Esta alianza entre el jugador y alguien que es normalmente un
asistente de pago, es única en el deporte. Un buen caddie puede
servir de inestimable ayuda para el jugador y el cultivo de un feliz entendimiento entre el jugador y su caddie añade mucho al placer de jugar el juego. Los golfistas
harían bien en tomarse un interés más profundo
en sus caddies y en desarrollar la característica de alianza que las Reglas aportan, en lugar de usar sus caddies
como cabezas de turco de sus propios errores.
13.
COSAS INJUSTAS
Un campo de golf cubre un
gran área en el que puede haber mucha actividad y en el que te puedes encontrar con una gran variedad de
condiciones. Las Reglas reconocen que toda esta actividad y demás cosas, golfísticas o no,
pueden perfectamente crear una interferencia injusta para el jugador. Esto
establece el principio de que cuando es posible hacerlo, se debería permitir el alivio por interferencia de aquello
que pueda ser injusto o ajeno al partido del jugador.
Por conveniencia, es más fácil considerar esta cuestión de interferencia bajo epígrafes
separados; interferencia causada por aquellas cosas que están en movimiento e interferencia
por aquellas cosas que son principalmente inanimadas e inmóviles.
Bajo el primer epígrafe, la
interferencia por cosas en movimiento está fundamentalmente restringida a interferencia
con la bola, ya que un poco de paciencia o un retraso momentáneo
terminará normalmente con cualquier
interferencia con el jugador por aquellas cosas que se mueven. La mayoría de este tipo de interferencias procede de lo que
las Reglas denominan “causas
ajenas” [Definiciones:
Causa Ajena]. Aparte de estos agentes específicamente
mencionados en la definición, algunas de las más comunes causas ajenas incluyen el perro que
corre con la bola, el espectador que la pisa, el jugador que juega la bola
que no forma parte del partido y el niño pequeño que la roba.
El principio dice que se debe proporcionar
alivio por la interferencia “cuando es posible hacerlo”. Obviamente cuando una bola en
vuelo golpea a un espectador desafortunado, no hay forma posible de determinar donde habría ido la bola si el espectador hubiese estado más alerta. Por tanto las Reglas no proporcionan
alivio por interferencia de una causa ajena con una bola en movimiento [Regla
19-1] pero quizás como consolación para el jugador agraviado le dan una especial
definición a esta desafortunada
circunstancia, llamándola una “eventualidad del juego”. Debe ser observado que esta definición se aplica sólo a esta
ocurrencia en particular; la aplicación generalmente aceptada más amplia del
término no es correcta [Definiciones:
Eventualidad del juego].
Sin embargo, hay unos pocos casos de interferencia con una bola en movimiento que presentan problemas excepcionales y para los que se proporciona alivio. En el caso de una bola que va al bolsillo de un hombre o al asiento trasero de un automóvil que se dirige al pueblo, obviamente la bola puede ser difícilmente jugada donde reposa. Las Reglas por tanto hacen una excepción para la bola en movimiento que se ha alojado en un objeto que a su vez está en movimiento [Regla 19-1a]. Ya que el punto donde la bola se alojó en el objeto en movimiento puede ser fijado con un cierto grado de precisión, se pone una bola en juego en ese lugar. En el caso de un golpe jugado desde el green que es parado, desviado o que viene a reposar en o sobre una causa ajena en movimiento, el golpe se cancela, la bola se repone y el golpe se repite [Regla 19-1b].
Cuando la interferencia con una causa ajena tiene lugar en conexión con una bola que está en reposo, es posible habitualmente determinar el lugar de donde se movió la bola. Las Reglas por tanto proveen que la bola sea repuesta [Regla 18-1]. Sin embargo, debe notarse que en el recorrido [Definiciones: Recorrido] o en un obstáculo [Definiciones: Obstáculo] si el punto exacto desde donde se movió la bola no puede ser determinado, se debe dropar y no colocar [Regla 20-3c(i) y 20-3c(ii)]. Obviamente cuando no es posible fijar la localización original con la suficiente exactitud para saber como era el reposo de la bola, lo mejor que se puede hacer es requerir que el jugador, dropando, deje al azar el reposo que reciba, igual que en el juego de su anetior golpe, dejó al azar el reposo que la bola tendría. En el green, donde el carácter de la superficie es más uniforme, las Reglas permiten que la bola se coloque en lugar de droparse, en o lo más cerca posible del punto donde la bola reposaba [Regla 20-3c (iii)].
Esta práctica de permitir que se coloque la bola cuando su localización original puede ser determinada exactamente o en otro caso requerir al jugador para que drope y deje al azar el reposo de la bola se aplica a todas las situaciones donde se levanta una bola bajo las Reglas o donde una nueva bola se pone en juego bajo las Reglas. Podría ser perfectamente establecido como un principio distinto.
Hay dos causantes de movimiento cuyas acciones sobre la bola en reposo
deben ser aceptadas. Tanto el viento, que es siempre un factor en el transcurso
del juego y cuya acción sobre la
bola no puede ser siempre probada concluyentemente, como el agua se excluyen de la operatividad de la Regla 18-1
[Definiciones:
Causa ajena].
Debe notarse que, por definición, un compañero-competidor es una causa ajena [Definiciones: Compañero competidor]. Por lo tanto las Reglas proporcionan el mismo tratamiento a la interferencia por un compañero competidor que a la interferencia por una causa ajena [Reglas 18-4 y 19-4].3
Vamos ahora a la segunda categoría de interferencia, causadas por cosas inanimadas. Esta clase de
interferencias afectan usualmente al jugador en el procedimiento de reliazar el golpe o pueden tener que ver con el
subsiguiente movimiento de su bola. En ambos casos tiene que ver con la
clase de interferencia de la que las Reglas proporcionan alivio antes de la
ejecución del golpe más que después de su ejecución, como
fue el caso con el primer tipo de interferencia discutido.
Las cosas que crean esta clase de
interferencia se dividen en cuatro apartados generales:
1) aquellas
cosas que serían normalmente parte del campo
pero que se han separado de él, como una rama caída de un árbol;
2) objetos hechos por el hombre que, aunque puedan servir a un objetivo útil, no son parte natural del
campo
independientemente de la razón para la que están ahí;
3) condiciones del propio campo que pueden crear situaciones
injustas; y
4) la situación
especial de interferencia por una bola en juego. El primer grupo se define como “impedimentos sueltos” y el segundo
como “obstrucciones”. Los cuatro representan condiciones que, por una u
otra razón, no es razonable requerir al
jugador a luchar con ellas.
3 Un
contrario en el juego por hoyos no es sin embargo una causa ajena. Es parte del
partido y por lo tanto las Reglas prevén consecuencias por la interferencia de un
contrario, su equipo o su caddie [Reglas 18-3 y 19-3].
IMPEDIMENTOS
SUELTOS
Generalmente hablando, los impedimentos
sueltos pueden ser quitados para evitar la interferencia con el golpe del
jugador o el subsiguiente movimiento de su bola [Reglas 23 y 16-1a(i)]. Sin embargo, ya que un impedimento suelto es un
objeto que está presente
normalmente en un campo de golf, siendo su única distinción el hecho
de que ha quedado separado del campo y
está por tanto de alguna forma fuera
de lugar, las
Reglas prevén ciertas limitaciones con
respecto a su remoción. Cuando está adherido a la bola un impedimento suelto deja de ser un
impedimento suelto [Definiciones:
Impedimento
suelto] y ya que su remoción sería equivalente a limpiar la
bola, no puede ser quitado, excepto cuando se
permite limpiar[Regla 21]. Al quitar el impedimento suelto el jugador no debe mover su bola y,
excepto en el green, se le penaliza si lo hace [Regla 18-2a].
Sin embargo, ya que una bola en el green puede ser levantada en
cualquier momento con el propósito de
limpiarla [Regla 16-1b], es obvio que un impedimento suelto puede ser quitado del green en cualquier momento sin
riesgo de que la bola se mueva, simplemente
levantando la bola primero. Por lo tanto, no hay penalización por mover una
bola en el green cuando se quita un impedimento suelto [Reglas 18-2a y 23].
Un impedimento suelto no puede ser quitado cuando tanto él como la bola reposan en un obstáculo [Regla 23]. Hay también ciertas limitaciones en la forma en la que los impedimentos sueltos pueden ser quitados en el green [Regla 16-1a(i)]. En conexión con esto, se debe hacer notar que un pedazo de hierba que ha quedado suelto del green por los clavos del jugador o por cualquier otra causa es un impedimento suelto y puede ser quitado, pero si la superficie del green ha sido simplemente raspada y la hierba está aún unida por sus raíces al suelo, el trozo de hierba que podría parecer suelto no puede ser quitado o incluso presionado [Reglas 16-1a(i) y 13-2].
Aunque
no es parte del principio que discutimos, puede ser interesante en este punto
introducir unos pocos comentarios sobre la materia general de mover bolas en
reposo. Como se ve arriba, cuando la bola reposa en el recorrido, hay
penalización siempre que la bola se mueve después de que el jugador ha tocado
cualquier cosa4 que pueda haber causado que se mueva o, por
supuesto, cuando él mismo la ha movido accidentalmente [Regla 18-2a]. Finalmente el jugador es penalizado si la bola se mueve
en cualquier momento después de haber
preparado el golpe [Regla 18-2b].
¿Cuáles son, entonces, las circunstancias bajo las que el jugador no
incurre en penalización? Obviamente no debe
haber tocado cualquier impedimento suelto que pueda haber producido el movimiento de la bola. No debe
haber tocado, con su palo o de otra forma, cualquier hierba, arbusto o objetos fijos o en crecimiento que pudieran razonablemente haber causado que su bola se mueva.
No debe haber preparado el golpe, aunque
puede haber tomado su colocación pero no apoyado el palo en
el suelo (excepto, claro, en
un obstáculo). Aparte de todas estas
circunstancias, si se moviese la bola del jugador,
debido a la acción del viento o por cualquier otra razón, entonces
el jugador no sería penalizado siempre que, adicionalmente, no empezase su swing
mientras que la bola estuviese en movimiento
[Regla 14-5]. ¡Es mucho más simple tener cuidado de que su bola no se mueva!
4 Esto
no incluye tocar o mover obstrucciones movibles que está cubierto en la siguiente sección de este capítulo.
OBSTRUCCIONES
El segundo encabezamiento general bajo
interferencia por objetos inanimados se refiere a las
obstrucciones. Ya que estos objetos realmente no tienen cabida en el campo o
están por algún motivo de utilidad y no para el golf, pueden ser novidos
en cualquier momento e incluso si la bola se mueve al hacerlo no hay
penalización [Regla 24-1a]. La única restricción es que la obstrucción no debe
ser movida mientras que la bola está en movimiento [Regla 24-1a]. Esto es muy sencillo. Una bola movida
mientras que se quita una obstrucción debe ser
repuesta. Esto se hace colocando en lugar de dropando, salvo que sea imposible determinar su posición original exacta, como por ejemplo cuando la bola
estaba reposando sobre la obstrucción.
La definición de obstrucción, aunque breve, es excelente [Definiciones: Obstrucciones]. Desafortunadamente muchos jugadores reciben la información sobre las reglas de segunda mano y trabajan sobre la base del malentendido de que la definición cubre principalmente grandes objetos como refugios para la lluvia, cables eléctricos y tanques de agua. Claramente la definición incluye pequeños objetos como tapones de botella, paquetes de cigarrillos vacíos y tarjetas de resultados rotas que muchos jugadores abandonan en el campo para hacerlo más bonito.
Es tan sólo cuando las obstrucciones no pueden moverse que la situación es algo más complicada. Aquí las Reglas proporcionan alivio sólo cuando hay interferencia física ya sea con el golpe del jugador o su colocación [Regla 24-2]. Ya que tales items como refugios de lluvia, dispensadores de agua, puentes, estacas de control de público que no pueden ser movidas, etc., no son parte del juego del golf, muchos jugadores creen que las Reglas deberían proporcionarles alivio de su interferencia con el vuelo de la bola.
La dificultad es que, en primer
lugar, tales obstrucciones, que han sido puestas en el campo por las autoridades del club con arreglo a su uso
normal, están presumiblemente situadas bien
lejos de las vías normales de juego. Además, ya que el vuelo de una bola de golf es de un carácter
bastante indefinido, cualquier regla que proporcione alivio de una imaginaria trayectoria daría al mismo tiempo una oportunidad ilimitada al
jugador de obtener alivio de las interferencias normales del golf tales como árboles, bunkers, malos reposos y cosas similares.
Sin embargo, como protección para el
jugador contra cualquier condición
verdaderamente injusta, las Reglas requieres que el comité local trate con
las situaciones excepcionales haciendo reglas especiales que cumplirán mejor con la intención de las Reglas y el espíritu del
juego [Regla 33-8 y Apéndice I].
CONDICIONES DEL
CAMPO INADECUADAS
El tercer encabezamiento general relativo a interferencia por objetos inanimados se refiere a esas condiciones que interfieren con el normal y adecuado juego del campo. Si estas condiciones son generales o serias el Comité debería tratar la situación [Regla 33-2d], pero hay ciertas condiciones que se encuentran tan frecuentemente y son lo suficientemente uniformes en naturaleza que no requieren un tratamiento especial.
Estas incluyen agua accidental [Definiciones: Agua accidental], terreno en reparación [Definiciones: Terreno en reparación] y agujeros hechos por animales de madriguera, reptiles o pájaros. Estas condiciones están bien definidas y el único comentario requerido podría ser puntualizar que los insectos no son animales, quedando cubiertas sus acciones por la definición de impedimentos sueltos [Definiciones: Impedimentos sueltos].
El alivio que se obtiene de tal interferencia es tanto simple como razonable – aunque el procedimiento es algo complicado estando basado en la posición de la bola. Si la bola está en tal situación o si la situación interfiere con la colocación del jugador o su área de swing, el jugador obtiene alivio estableciendo primero su punto más cercano de alivio fuera del área y no más cerca del agujero [Definiciones: Punto más cercano de alivio y Regla 25-1b].
En este proceso las Reglas son imparciales y si el punto en el que el jugador obtiene alivio le pusiese tras un árbol o le diese alivio de tales obstáculos, es simplemente una cuestión de suerte, favorable o desfavorable, que es siempre un factor inherente en el juego del golf. Para completar el dibujo, se proporciona alivio de estas condiciones incluso para una bola perdida, siempre que se sepa o sea prácticamente seguro que la bola se alojo en tal área [Regla 25-1c].
La reparación de marcas de bolas en el green forma parte también de este encabezamiento de cosas que interfieren con el correcto juego del campo. Es quizás desafortunado que la directa mejora en la práctica del cuidado de los campos y la constante mejora del standard de juego hayan dado lugar a una Regla que parece violar uno de nuestros más sagrados principios, aquel de “jugar el campo como lo encuentras”.
El hecho es que nuestras superficies de pateo son tan excelentes y la competición tan disputada que el daño a nuestros greenes causado por el impacto de bolas se ha convertido en un factor en el juego del golf. Por lo tanto las marcas de bolas y los antiguos agujeros en la superficie del green pueden ser reparados [Regla 16-1c]. Sin embargo, esta precisa licencia de rectificar tal daño específico del campo debería servir para subrayar el hecho de que nada más puede ser reparado.
Los golfistas no deberían asumir que esta Regla les ha hecho miembros de la plantilla de greenkeepers con el derecho a corregir cualquier condición adversa que se encuentren a lo largo de su línea de putt. Con esta sola excepción, las Reglas aún requieren que el campo se juegue exactamente como el jugador lo encuentra.
Finalmente, el alivio por un reposo injugable, discutido en el capítulo 10, puede ser considerado
como parte del encabezamiento de condiciones del campo que crean situaciones
injustas. Obviamente, cualquier situación de la que una bola no puede ser sacada no es sólo injusta sino que no se pretende que sea parte del
juego. No hay necesidad de discutir la aplicación de esta regla particular aquí, ya que ya ha sido cubierta.
INTERFERENCIA
POR UNA BOLA DE GOLF
Ya sea en el juego por hoyos o por golpes el alivio por interferencia
de una bola de golf en juego es bastante general. Cualquier jugador puede tener
cualquier otra bola levantada si considera que puede interferir con su juego o
asistir el juego de cualquier otro jugador.
También el jugador puede levantar su propia bola si considera que puede asistir a cualquier otro jugador [Regla 22]. En
conexión con el alivio proporcinado, debería notarse que
debe ser tomado antes de que una bola sea jugada y no puede ser tomado cuando una bola está en movimiento [Regla 22 y 24-1].
La cuestión del diferente tratamiento de la interferencia por bolas en el juego por hoyos y el juego por golpes ha sido ya discutida en el capítulo 8. Por lo tanto, el siguiennte tratamiento será algo repetitivo pero debido a la importancia de la materia, una reafirmación desde un punto de vista algo distinto podría ser útil.
En el juego por golpes, un jugador que es requerido a levantar su bola
puede jugar primero en lugar de levantar. Sin embargo, en el juego por hoyos,
ya que un golpe jugado cuando su contrario
debería haber jugado puede ser inmediatamente cancelado por el contrario y debe ser repetido en el orden
correcto, el jugador no puede jugar primero sino que debe levantar su bola [Reglas
10-1c y 22].
La única cuestión que queda pendiente sobre la
interferencia por otra bola es qué hacer cuando una bola no ha sido levantada y es
movida como resultado de un golpe jugado. En el juego por hoyos si una bola golpea a la otra no hay penalización.
Esto es así porque ambas bolas son parte del partido y ningún jugador
fuera del partido resulta afectado.
Con respecto a la situación en el juego por golpes, ya que cada competidor en el campo tiene interés en cualquier cosa que pueda afectar el resultado de cualquier otro competidor, si un competidor jugase un golpe desde el green y golpease la bola de un compañero competidor que también reposase en el green, el competidor es penalizado con dos golpes [Regla 19-5]. Esta provisión asegura que el competidor tomará el alivio provisto por las reglas requiriendo que la bola que interfiere sea levantada. La penalización no opera cuando una o ambas bolas reposan en otro lugar distinto del green ya que bajo tales condiciones se presume que el competidor no podría tener suficiente control de su juego para evitar golpear una bola alejada del anticipado movimiento de su bola. Sin embargo, como se ha dicho, un compañero competidor puede proteger la situación levantando su bola antes de que el competidor juegue.5
Debería notarse que existe una provisión para la injusta situación que podría surgir cuando el reposo de una bola levantada ha sido
alterado por el juego de otra bola [Regla 20-3b].
Obviamente toda esta materia de interferencia injusta con el juego es larga y complicada. Es incuestionablemente la causa de más discusiones, reclamaciones y decisiones que cualquier otro principio o departamento de las Reglas. Se complica por los derechos de los respectivos jugadores implicados así como por el tipo de competición que se juega.
5En el juego por golpes, si existe evidencia de
que los compañeros competidores han acordado excluir la operación de la Regla
22 al permitir que una bola que asiste permanezca en su lugar entonces ambos
jugadores deberían ser descalificados [Regla 22]
14. SÓLO
TE TIENES A TI MISMO
Es un principio de golf que, excepto para el consejo de aquellos del
bando del jugador, el jugador debe jugar su propio juego, desde el
momento que golpea la bola desde el primer
lugar de salida. El tipo de asistencia que el jugador no puede recibir se
denomina consejo [Definiciones:
Consejo]. No sólo tiene prohibido recibir consejo, sino que para evitar avergonzar a
contrarios, compañeros competidores y otros
excesivamente generosos, también tiene
prohibido pedirlo [Regla 8-1]. Aquellos del bando del jugador de quienes sí que puede
obtener consejo consisten en su caddie y su compañero (si tiene uno) y el caddie de su compañero.
Esta es una prohibición muy simple y razonable. La competición en golf se realiza para determinar la habilidad relativa del jugador iundividual o bando y esto dificilmente pudiera se conseguido si un plantel de jugadores profesionales dando consejo acompañasen al jugador. El único problema surge al distinguir qué es consejo de los que no lo es.
Generalmente hablando, la información que está fácilmente disponible para el jugador no se considera consejo. Por ejemplo, puede preguntar sobre las Reglas. Se le puede indicar la línea de juego [Definiciones: Línea de juego], pero cualquier marca colocada en la línea debe ser quitada antes de que se juegue el golpe [Regla 8-2a]. Puede preguntar sobre información de dominio pçublico como la distancia del hoyo que se está jugando o sobre la distancia de su bola u algún objeto permanente tal como un bunker, etc. hasta el agujero. En el green, ya que juzgar las caídas del green es un factor en cualquier estimación de la línea de putt [Definiciones: Línea de putt], la asistencia al jugador sobre esa línea viene bajo el encabezamiento de consejo [Regla 8-2b].
El jugador tiene, por supuesto, la libertad de obtener aquella
información que pueda observando el juego de un contrario, pero
cualquier intento de confirmar su estimación del palo usado por el contrario preguntando
directamente o algo equivalente, es una violación de las Reglas muy clara. No
puedes pedir a un contrario o a un compañero competidor información sobre su
juego, de la misma forma que no puedes pedirle que te asista en tu juego.
15. SUS VUELTAS DESIGNADAS
Obviamente las condiciones bajo las que los jugadores deberían jugar el campo deberían ser tan parecidas como sea posible. Este principio no presenta problemas en el juego por hoyos ya que los jugadores que compiten entre ellos están jugando el campo juntos. Sin embargo, en el juego por golpes donde el primer competidor que sale del tee está compitiendo contra el último competidor a salir, hay una gran variación tanto en las condiciones bajo las que cada uno juega el campo como en la oportunidad relativa de cada uno para familiarizarse con estas condiciones.
Por supuesto la meteorología es el mayor factor que puede cambiar las condiciones de juego y las Reglas reconocen que poco se puede hacer sobre esto. De la misma forma que el juego está lleno de golpes de azar, así las Reglas requieren que el jugador deje al azar la clase de meteorología que encontrará durante el curso de su vuelta. El jugador debe empezar a la hora fijada por el Comité, momento que ha sido fijado antes de que estuviese disponible información sobre la meteorología [Reglas 6-3 y 33-3].
El Comité tiene la tarea de determinar cuando el campo está injugable o cuando se debería suspender el juego y que hacer con todo ello [Regla 33-2d]. El jugador no puede tomar esta decisión por si mismo salvo que considere que puede existir peligro de rayos o hubiese alguna razón de naturaleza seria [Regla 6-8a]. Sin embargo, se debe notar que en el juego por hoyos los jugadores pueden interrumpir el juego mediante acuerdo por alguna razón como lluvia intensa, siempre que no demoren la competición al hacerlo [Regla 6-8a – Excepción]. En el juego por golpes no se extiende tal privilegio a los competidores ya que los derechos de aquellos competidores que continúan el juego bajo esas condiciones se deben tener en consideración.
Con respecto a la práctica, ya se ha dicho en el capítulo 8 que los que empiezan temprano no tiene las mismas oportunidades de familiarizarse con el campo que van a jugar que los que empiezan más tarde. Por lo tanto, en el juego por golpes todos los competidores tienen prohibido jugar el campo antes de empezar (incluyendo cualquier posible desempate) [Regla 7-1b] y si hay alguna duda sobre dónde pueden practicar los competidores, las Reglas encargan la tarea al Comité de definir el área de práctica [Regla 33-2c].
Con una sola excepción, las
Reglas no dicen nada sobre la obligación del Comité de mantener condiciones de juego uniformes en el
campo durante un día de juego en una competición por golpes. En el aspecto de
cortar los agujeros, el Comité es instruido para mantener los agujeros fijos durante cada vuelta [Regla 33-2b]. Sin
embargo, la preocupación general
que las Reglas muestran por mantener condiciones de juego equitativas durante
las competiciones por golpes, ciertamente sugiere que el Comité tiene una fuerte obligación en este sentido.
16. EN TIEMPOS DE PROBLEMAS
En el transcurso del juego se espera que los juagdores necesiten ser informados ya sea de sus
obligaciones o de sus derechos bajo las Reglas. Con este propósito las Reglas establecen el principio de que el
jugador tiene en todo momento el derehco a recibir la
suficiente información
para permitirle continuar con su partido de aucerdo
con las Reglas, y el Comité
tiene las responsabilidad de proteger los derechos de
todos los jugadores. Las
Reglas establecen por tanto una clara relación entre el jugador y el Comité con respecto a jugar de acuerdo con las Reglas.
Como se podría esperar,
existe la usual diferencia en el método de
manejar esta situación en el
juego por hoyo y por golpes. En el juego por hoyos, si no hay árbitro, cuando una cuestión se suscita se debe realizar una reclamación en tiempo para que ambos
jugadores sepan del estado de su partido [Reglas 2-5 y 34-1a]. Este punto ha
sido ya cubierto completamente en el Capítulo 9. Si el punto en disputa no puede ser solucionado entre los
jugadores, entonces se remite al Comité para una decisión final
[Regla 34-3] ya sea antes de continuar con el juego o más tarde si ambos jugadores quisiesen continuar con
la cuestión sin solucionar. Si se ha
designado un árbitro, es su obligación actuar ante cada infracción delas Reglas de la que pueda tener conocimiento [Definiciones:
Árbitro].
En el juego por golpes, tal y como se expuso en el Capítulo 9, es menos urgente la necesidad de una decisión inmediata. Por lo tanto, cuando surge una cuestión, las Reglas permiten que el competidor complete el juego del hoyo con dos bolas, la bola en juego y una segunda jugada de acuerdo con el procedimiento que el competidor piensa que las Reglas le permiten o exigen. Su resultado para el hoyo es aquel hecho copn la bola seleccionada para contar, siempre que el procedimiento para jugar esa bola haya sido correcto [Regla 3-3].
Este arreglo permite que el juego continúe sin demora y evita la posible descalificación del jugador. Si se ha asignado un árbitro para acompañar a los jugadores en el juego por golpes, el Comité puede limitar su autoridad para tomar decisiones u otras materias [Regla 33-1]. Esta restricción es razonable ya que en el juego por golpes no hay una necesidad urgente de tomar una decisión para que el juego continúe, y además, un competidor puede siempre jugar una segunda bola cuando tenga duda sobre sus derechos.
Aunque no está específicamente dicho en las Reglas, está claro que en el juego por hoyos el Comité debería intentar que fuese posible estar disponible para los jugadores en el campo para obtener decisiones; sin embargo, los representantes del Comité que pudieran estar en el campo con este propósito no deberían tomar ninguna acción con respecto a cualquier violación de las Reglas que pudieran observar salvo que se les pidiese una decisión o salvo que hubiesen sido asignados a un partido.
En el juego por golpes la tarea de un representante del Comité en el campo se ve alterada por el hecho de que cada competidor se ve afectado por las acciones de cualquier otro competidor y el representante del Comité tiene por tanto la obligación de proteger los derechos de aquellos competidores que no están presentes, tomando conocimiento de cualquier infracción de las Reglas que pueda observar.
La diferencia de posición de un
representante del Comité en el
juego por hoyos o por golpes podría ser
explicada más aún mencionando el hecho de que, salvo que el representante esté presente durante todo el transcurso del
partido, su acción con respecto a una infracción aislada observada puede penalizar injustamente al jugador cuyo contrario podría ser culpable de varias
infracciones no observadas por el representante del Comité. Sin embargo, en el juego por
golpes cualquier violación de las
Reglas por cualquier jugador debería, en el
interés del resto de los jugadores, ser
corregida, independientemente de la
posibilidad de que haya otras infracciones que no hayan sido observadas.
17. PARA CONSUMO LOCAL
En el Capítulo 3 se llamó la atención sobre el hecho de que hay muy pocas cosas que sean standard en un
campo de golf. Es realmente llamativo que las Reglas sean capaces de
abarcar tan exitosamente la tremenda variedad de condiciones que el golfista encuentra a medida que viaja en el tiempo, de
Islandia a la India, de un suburbio urbano al desierto y de lo alto de
una montaña al más bajo valle. Esta gran variedad de condiciones por su localización se acentúa aún más por los cambios climatológicos,
sequía, lluvia, viento y nieve, sin
mencionar los caprichos del presidente del comité del campo quien, debido a su desconocimiento de las Reglas, puede
crear algunas situaciones atroces mediante la alteración física del
campo.
Es por lo tanto un principio el que las Reglas no deberían tratar de abarcar lo excepcional. Hacerlo así simplemente desnivelaría todo el juego normal. Se espera del Comité a cargo de cada competición que adopte las Reglas Locales que sean necesarias para tratar las condiciones excepcionales, ya sea para el evento o para el día a día [Regla 33-8a]. Como guía para el Comité en la formulación de tales Reglas Locales, es costumbre que la entidad gobernante del juego en cada país añada un apéndice al cuerpo principal de las Reglas. Estas Reglas Locales establecen la política para manejar esas situaciones inusuales que se encuentran en cada país en particular.
La formulación de Reglas Locales adecuadas para el día a día es una muy importante tarea de las autoridades a cargo de cada campo. Demasiado a menudo la parte de atrás de las tarjetas de recorrido enumeran unas Reglas Locales que o bien duplican o bien varían completamente de las Reglas de Golf. Los siguientes son algunos ejemplos flagrantes y sin embargo comunes: “Bola perdida, dropar en la calle, dos golpes”; “Bola en obstáculo de agua, dropar atrás con un golpe”; “Bola dentro de dos palos de refugio de lluvia, dropar fuera, sin penalización”; “Reglas de Invierno”.
Si una Regla Local es necesaria debería ser
cuidadosamente redactada para cubrir toda posible contingencia y no estar en conflicto con los principios de las
Reglas. Si las autoridades del club tienen
alguna duda sobre si una regla local que han preparado es apropiada, deberían
comprobarlo con una autoridad confiable en las reglas. Si una regla local se va
a usar en una situación para la que hay una recomendación en el apéndice de las Reglas de Golf, la Regla Local apropiada debería ser transcrita al completo tal y como está escrita en el apéndice. Al
escribir una regla local siempre es bueno referirse a las Reglas adecuadas mas que tratar de cubrirlas con
una versión condensada.
El uso de Reglas Locales es a menudo esencial
para el apropiado juego del golf, pero deben ser conformes, y no estar en
conflicto, con las Reglas de Golf.
ALGUNOS
COMENTARIOS GENERALES
18. EL NOBLE EXPERIMENTO
Hay cuatro situaciones similares en golf en las que la bola se quita
del juego. Estas son:
1) cuando la bola está perdida,
2) cuando
se va fuera de límites,
3) cuando
no es encontrada o está injugable
en un obstáculo de agua y
4) en
cualquier otro lugar del campo cuando es considerada injugable por el jugador.
Es posible que las cuatro y probable que al menos tres de estas situaciones puedan ocurrir a menudo muy próximas unas a otras. Por lo tanto, bajo el principio de que las situaciones similares sean tratadas de forma similar, parecería completamente lógico aplicar la misma regla a las cuatro situaciones. De hecho, desde el punto de vista de la equidad es casi imposible defender cualquier otro tratamiento de estas cuatro situaciones análogas.
Las cuatro situaciones prevén que una bola sea puesta en juego desde donde se jugó la bola original por última vez, añadiendo un golpe de penalización al resultado [Reglas 26-1a, 27-1 y 28a]. Sin embargo, el requisito de usar el procedimiento de golpe y distancia en todas estas situaciones es objeto de dos excepciones. La primera excepción se da en el caso de una bola en un obstáculo de agua o un obstáculo de agua lateral. Bajo penalización de un golpe, un jugador puede elegir dropar detrás del obstáculo, manteniendo el punto por donde la bola cruzó por última vez el margen del obstáculo entre él y el agujero [Regla 26-1b]6.
La segunda excepción se da en el caso de una bola considerada injugable por el jugador. En ese caso, de forma similar al obstáculo de agua, bajo penalización de un golpe, el jugador puede dropar por detrás del lugar de donde se levantó la bola [Regla 28b] o dentro de la distancia de dos palos de ese lugar, pero no más cerca del agujero [Regla 28c].
Estas dos excepciones, desde el punto de vista de la equidad, son controvertidas. Al permitir al jugador tomar alivio de esta forma, salva la distancia total de su golpe al obstáculo o el punto donde él considera su bola injugable, en comparación con el jugador cuya bola está perdida o fuera de límites, quien debe bajo golpe y distancia volver ha donde jugó por última vez. Por lo tanto la penalización por tomar alivio bajo las Reglas de un obstáculo de agua o un reposo injugable fuera de un obstáculo de agua es a menudo menos severa que la penalización de golpe y distancia requerida cuando una bola está perdida o fuera de límites.
Estas excepciones están
justificadas porque ocurren en el campo [Definiciones:
Campo] y muy a menudo mucho más en la línea normal de
juego que una bola fuera de límites o en condiciones que la llevan a estar perdida. Adicionalmente cada una
de estas dos excepciones tienen
el gran mérito de requerir que el alivio sea medido desde el punto a donde la
bola se ha jugado o donde entró el obstáculo. Por tanto, el jugador no
escapa de los resultados de una golpe jugado salvaje o
malamente. Como se ha discutido ya en el capítulo 10, estas excepciones también están
justificadas sobre la base de que al dropar
desde el punto de un reposo injugable o el punto de entrada en un obstáculo de
agua, el jugador está haciendo el equivalente de un golpe de
recuperación mediante el uso de un
golpe de penalización.
6Si el obstáculo está
definido como obstáculo de agua lateral
[Definiciones: Obstáculo de agua
lateral] un jugador puede también dropar dentro de
la distancia de dos palos del punto por donde la bola cruzó por última vez el margen
del obstáculo o dentro de la distancia de dos palos del punto
en el margen opuesto del obstáculo equidistante del agujero [Regla 26-1c].
Debido a que estas situaciones pueden ocurrir muy cercanas unas a otras y las penalizaciones pueden diferir, otras calificaciones y protecciones deben también estar presentes en las Reglas. Ya que es a menudo difícil determinar si una bola está perdida dentro o fuera de un obstáculo de agua, las Reglas protegen el uso de la potencialmente menos severa penalización del obstáculo de agua proveyendo que debe saberse o ser prácticamente seguro que la bola está alojada en el obstáculo de agua para poder tratarla como tal.
El juego de una bola provisional se permite sólo en conexión con una bola que pueda estar perdida o fuera de límites [Regla 27-2]. Ya que el juego de una bola provisional permite al jugador jugar más de una bola, crea el riesgo de que será capaz de seleccionar la mejor de las dos situaciones. Excepto bajo condiciones que no permitan al jugador realizar una elección sobre si la segunda bola es jugada o abandonada, el juego de una segunda bola puede convertir el golf en un juego de negociación. Ya que una bola puede a veces ser juagda desde dentro de un obstáculo de agua y el jugador es el único juez para considerar su bola injugable, una bola provisional no puede ser jugada en relación con cualquiera de ambas circunstancias. Obviamente, es arriesgado y complicado andar toqueteando el principio de que situaciones similares han de ser tratadas de forma similar.
Apelando a ese principio ha existido un interés de hace tiempo entre los golfistas por similarmente menos severas penalizaciones para bola perdidas o fuera de límites. Desafortunadamente simplemente no es posible diseñar una regla que cumpla los resultados deseados sin hacer un daño real al juego. Las dificultades tienen dos caras; o bien el balance entre las cuatro situaciones en las que una bola se encuentra fuera de juego se destruye completamente o por el contrario se proporcionan los medios para un escape barato de los resultados de un golpe mal jugado. El principio de que la penalización no debe ser menor que la ventaja que el jugador podría obtener de una particular violación de las Reglas debe ser preservado.
Aplicar el procedimiento de alivio discutido arriba a una bola perdida es imposible ya que no se puede fijar ningún punto preciso desde el que tomar alivio mas que el punto desde donde se jugó el golpe anterior. Y ya que cuando la bola reposa fuera de límites está en un lugar donde el juego está prohibido, no sería apropiado permitir al jugador añadir un golpe de penalización a su resultado como el equivalente de un golpe de recuperación al campo desde un lugar donde las Reglas no le permiten jugar.
Aproximadamente el equivalente del golpe de penalización sin la pérdida de distancia es la penalización de únicamente pérdida de distancia que fue experimentada en los inicios de los sesenta por la USGA. Aquí se asume que una bola perdida o una bola fuera de límites es una cuestión de hecho, totalmente fuera del control del jugador, y que ya que el jugador no está por tanto en situación de crear una ventaja para si mismo de la situación, una penalización de pérdida del golpe que ha jugado no es menor que la ventaja que podría haber obtenido.
Como averiguamos pronto, la pérdida de distancia exclusivamente puede a veces suponer una ventaja y no una penalización. Es, por ejemplo, siempre mejor jugar el siguiente golpe desde donde se jugó el último que jugar desde donde fue, cuando un shank manda la bola a los árboles, el medio topado approach que se pasa de green y va al rough profundo o el putt demasiado fuerte que cruza el green y va a bunker. Con la penalización de una bola perdida reducida a distancia sólo, un jugador puede escapar de los resultados de un golpe mal jugado procediendo inmediatemente como si su bola estuviese perdida a pesar del hecho de que podría ser encontrada fácilmente.
Una penalización debe servir para vigilar la posibilidad de
que tomando ventaja de una regla inadecuadamente
protegida los jugadores jueguen un juego completamente distinto al
golf. Una de las grandes características del
golf es que un golpe lleva al siguiente y cuando resulta más fácil recuperarse
de la adversidad usando el libro de Reglas
que usando un palo de golf, el juego pierde su virtud.
19. PUNTADAS SUELTAS
Si el lector se ha tomado la molestia de comprobar su libro de Reglas, cada vez que han salido referencias en el texto, observará que un buen número de ellas están aún sin tocar. No es el propósito de este trabajo definir lo que significan las Reglas o explicar cómo funcionan. Si el lector ha adquirido una comprensión de los principios detrás de las Reglas y ahora es capaz de encontrar su camino en el libro, se espera que mediante una lectura cuidadosa y una limitada necesidad de consejo adicional, debería ser capaz de encontrar la respuesta para cualquier situación de Reglas que se pudiera desarrollar durante su disfrute del juego.
Por ejemplo, suponga que se ha suscitado la cuestión sobre cuando una bola se ha “movido”. El lector se irá a las Definiciones y verá que una bola no se ha “movido” hasta que ha abandonado su posición y ha venido a reposar en cualquier otra parte. Por lo tanto la bola que una vez preparado el golpe se tambalea y vuelve a su posición original no se ha movido, pero la bola que se asienta más en la hierba se ha movido.. De igual forma, si la dificultad se refiere a la condición de la bola del jugador, una referencia a la Regla 5-3 proporcionará una respuesta tan concisa como completa. Se espera, por supuesto, que el lector aprecie que es la condición de su bola la que la hace “inservible para el juego” y el carácter de su reposo el que la hace “injugable”.
Obviamente estas y otras mucho más complejas Reglas tratan procedimientos sencillos y no ha habido, por tanto, razón para llamar la atención sobre ellas al lector. Sin embargo, para las Reglas que nos hemos saltado e incluso para algunas que sí que hemos cubierto, puede ser de ayuda unas breves observaciones para completar el dibujo que ya hemos esbozado al considerar los principios.
Aunque es una parte condicional de las Reglas de Golf, la Etiqueta
viene primero en el libro de Reglas porque su observancia es de importancia
primordial para el disfrute del juego. ¡Léala, recuérdela y obsérvela!
Aunque las definiciones sirven para definir términos
usados en las Reglas, van de hecho mucho
más allá, especialmente en el sentido de aclarar procedimientos de las Reglas.
Por ejemplo, buscará usted en
vano a través del todo el texto principal de
las Reglas para encontrar lo que debe tener lugar antes de que un hoyo se haya
completado. La definición del término “bola
embocada” proporciona la respuesta. Nunca
rechace las Definiciones. Los términos que
pueden aparecer en las Definiciones están siempre en cursiva cuando aparecen en una Regla. La cursiva es un útil recordatorio de que hacer referencia a la explicación detallada
del término usado en una regla puede ser útil en la comprensión y
aplicación de tal regla.
Nunca está claro en la mente de muchos golfistas lo que constituye un bunker [Definiciones: Bunker]. Debería ser fácil de entender si se recordase que su definición, con la Regla 13-4 realmente sirve para aplicar el principio de la Regla 13-2 las condiciones especiales que son creadas cuando áreas donde la hierba ha sido quitada y sustituida por arena o similar se convierten en una característica del campo.
¿Por qué está el fuera de límites fijado por el interior de las estacas y líneas que lo definen mientras que los márgenes de los obstáculos de agua y terrenos en reparación están determinados por el exterior de sus marcas? ¿Por qué las estacas de límites no son obstrucciones, como es el caso de todas las demás estacas? ¿Por qué una bola debe reposar completamente fuera de límites para que se considere que lo está pero si cualquier parte de ella toca la línea definiendo un obstáculo o un área de terreno en reparación se considera que reposa en el obstáculo o en la condición? La respuesta comienza con la consideración práctica de que los postes de las vallas de propiedad se usan frecuentemente para determinar el fuera de límites y cuando la valla está unida al lado del campo del poste, si el fuera de límites estuviese fijado por el borde exterior del poste sería frecuentemente imposible mirar a lo largo de ella para determinar si una bola que está contra la valla está fuera de límites o no. Además, los postes de valla no están siempre en la propiedad del club y si están fuera del campo no son por tanto obstrucciones [Definiciones: Obstrucción].
Otras consideración muy práctica es la probabilidad de que si las estacas de
fuera de límites se tratasen como
obstrucciones, serían quitadas cuando interfiriesen con el golpe del jugador, salvo que estuviesen fijadas
permanentemente en el suelo. Desafortunadamente,
esa que es quitada no es siempre repuesta y una estaca que falte puede
crear una condición completamente distinta en el
juego del hoyo para aquellos que juegan después del que quitó la
estaca.
La solución simple es por tanto colocar todos los marcadores de fuera de límites fuera del campo asegurándose así un tratamiento consistente y práctico de la situación. Y para los indicadores de obstáculo de agua y terreno en reparación, la línea en si (ya sea pintada en el suelo o imaginaria entre dos estacas) establece el límite exterior del obstáculo o la condición y una bola se considera que reposa dentro si cualquier parte de ella está dentro de sus márgenes. Para la aparente contradicción de por qué una bola tocando un límite no se considera fuera de límites pero una bola tocando un obstáculo o cualquier otro margen se considera que está en el obstáculo o en la condición, no existe realmente contradicción alguna. Una bola está fuera de límites cuando ninguna parte de ella reposa en el área en el que se permite el juego. Si cualquier parte de una bola reposa dentro de los límites definidos del campo [Definiciones: Campo] está todavía en juego y si cualquier parte de una bola reposa dentro de los márgenes de un obstáculo o un terreno en reparación está en juego y afectada por las reglas que se aplican a ese área.
La regla de los catorce palos se concibe usualmente como limitar al jugador a tener catorce palos en su bolsa. Si esta fuese la regla, sería completamente inadecuada para cumplir las implicaciones que se pueden producir. La Regla [Regla 4-4] pone el límite al jugador de seleccionar sus palos antes de que empiece su vuelta y queda limitado a los palos así seleccionados, con ciertas excepciones. Por tanto, si un jugador se da cuenta después de empezar de que lleva quince palos en su bolsa, la violación no radica en el hecho de que hay un palo extra en su bolsa sino en el fallo de no haber hecho una correcta selección de sus palos antes de empezar.
Algunos golfistas piensan que es una ventaja jugar segundo desde el tee y que, por tanto, el ganador del último hoyo debería tener la opción de determinar el orden de juego. La evidencia de los primeros reguladores fue que el honor no estaba pensado para dar una ventaja a un jugador sobre otro en el juego del siguiente hoyo sino más bien para establecer un procedimiento para que el juego pudiera continuar sin demora. Hay suficiente demora ya en el juego y la presente Regla [Regla 10-1a y en el juego por golpes 10-2a] por lo menos tiene la ventaja de establecer un procedimiento fijo. Adicionalmente, después de que los jugadores han dejado el lugar de salida, todo semblante de procedimiento ordenado estaría perdido si el jugador más alejado del agujero no jugase antes [Regla 10-1b y 10-2b].
En el juego por hoyos, ya que puede haber a veces una ventaja definitiva en jugar fuera de turno, el jugador que está más lejos tiene derecho a proteger sus intereses, si piensa que han sido puestos en peligro, cancelando inmediatamente el golpe fuera de turno de su contrario y requiriendo que sea jugado en el orden correcto [Regla 10-1c]. En el juego por golpes, el principio que protege los derechos de otros competidores en el campo se convierte en el factor gobernante y el golpe no puede ser repetido. No hay penalización en el juego por golpes salvo que los competidores se hayan puesto de acuerdo para jugar fuera de turno con el objeto de dar a uno de ellos una ventaja [Regla 10-2c].
El procedimiento requerido para dropar una bola [Regla 20-2a] es ciertamente simple y no existe rutina de ningún tipo requerida para colocar una bola [Regla 20-3]. Puede ser sorprendente por tanto saber que esta simple operación ha traído de cabeza durante mucho tiempo a los que se preocupan por las Reglas. La dificultad no se refiere, sin embargo, al procedimiento sino a si el jugador dropó o colocó bajo la regla correcta y en el lugar correcto, lo que sucedió con la bola después y cualquier acción tomada a continuación por el jugador. Desafortunadamente, cubrir completamente todas estas contingencias da lugar a una regla bastante larga. La Regla [Regla 20] necesita ser leída cuidadosamente prestando particular atención al hecho de que cuando una bola ha sido dropada o colocada, usualmente se convierte en la bola en juego. Obviamente dropar y colocar, como el matrimonio, es un procedimiento que no se debe tomar a la ligera.
Muchos golfistas se confunden con el asunto
general de parar bolas en movimiento y el mover bolas en reposo, por
el jugador, su compañero, su
contrario y su compañero competidor, o cualquiera de sus caddies y el
equipo que transportan. De hecho, todo es bastante sencillo.
Cuando una bola en movimiento es detenida, no
hay forma de estimar donde habría ido a reposar. Podría haber ido
dentro del agujero o a un bunker. Como no hay forma de calcular la ventaja ganada por el bando responsable de detenerla o
desviarla, si la parte culpable es el bando contrario, el jugador tiene
la opción de cancelar el golpe sin
penalización y repetirlo [Regla 19-3]. Si es el bando del jugador el culpable,
el jugador en el juego por hoyos pierde el hoyo [Regla 19-2a]7 y en el juego por golpes se le penaliza
con un golpe y debe jugar la bola como reposa [Regla 19-2b].
Cuando la bola está en
reposo, la situación es mucho menos complicada porque
la extensión del daño puede ser
estimado y la bola repuesta. Se establece una penalización de un golpe para el bando que produce el movimiento y
la bola se repone [Regla 18-2a y 18-3b]. Es interesante notar que cuando hay
dos jugadores en el bando que es penalizado,
cada uno jugando su propia bola, la penalización es contra el dueño de la bola
movida cuando la bola es movida por un jugador de ese
bando, pero contra el jugador causante del movimiento cuando la bola movida y
el que la mueve están en
bandos opuestos. La razón para la
diferencia es por supuesto obvia. En el primer caso la penalización debe ser
contra el dueño de la bola que es el único miembro del bando culpable que puede haber
obtenido una ventaja. En el segundo caso es necesario penalizar al contrario
por su negligencia.
7 En el caso de un partido cuatro bolas o mejor bola
el jugador es eliminado del hoyo y su compañero se queda
solo para terminar el hoyo.
Si un compañero competidor estuviese involucrado en la detención o movimiento accidental de la bola en movimiento, no hay penalización ya que el compañero competidor es por definición una causa ajena [Regla 19-4 y 18-4].
Las Reglas establecen una interesante excepción a la penalización por mover la bola de su contrario. Cuando usted es lo suficientemente amable como para ayudarle a buscar la bola, sólo es justo que no sea usted penalizado si la moviese accidentalmente durante su búsqueda [Regla 18-3a]. Sin embargo el propio jugador debe ser más cuidadoso en su búsqueda y se le releva de penalización sólo cuando está en un obstáculo y cubierta de impedimentos sueltos o arena, cuando la bola está reposando en una condición cubierta por la Regla 24 o 25 (obstrucciones y condiciones anormales del terreno) o cuando el jugador está tanteando en busca de ella en un obstáculo de agua [Regla 12-1]. Esto puede parecer extrañamente generoso en las Reglas, pero la razón para no penalizar al jugador es que bajo estas circunstancias podría ser imposible encontrar su bola sin moverla accidentalmente.
La bandera [Definiciones: Bandera] es una obstrucción [Definiciones: Obstrucción] pero, en la medida de que marca el objetivo hacia el que cada uno de los golpes se juega, es ciertamente única. Esta complicación de ser al mismo tiempo un objeto que no pertenece naturalmente al campo y también un objetivo altamente deseado ha resultado en tener una regla entera dedicada a la bandera [Regla 17]. La bola del jugador puede golpear la bandera sin penalización excepto en las siguientes instancias: cuando está atendida o mantenida en alto con su autorización o conocimiento; cuando ha sido quitada del agujero y dejada a un lado; y cuando está en el agujero sin atender cuando se ha jugado un golpe desde el green [Regla 17-3]. Los tradicionalistas todavía se ofenden por el uso de la bandera como paragolpes pero la experiencia indica que cuando se usa así, favorece al jugador prácticamente lo mismo que lo perjudica. Quizás la bandera se ha convertido más en un objetivo que en una obstrucción.
Las Reglas fijan un tiempo límite en el que determinar si una bola que cuelga sobre el agujero caerá dentro o no [Regla 16-1]: Para
ser honesto, la mayoría de los golfistas son incapaces de superar la
frustración de aceptar que un putt de menos de un centímetro es equivalente a un golpe completo. En la práctica, no debería existir tal dificultad. Si se examina la bola y no se observa
movimiento alguno el jugador no tiene derecho a prolongar el examen con la
esperanza o expectativa de que pase algo, sino que es requerido a continuar y
completar el juego del hoyo. De acuerdo con esto, las Reglas permiten al jugador tiempo suficiente para
alcanzar el agujero sin demora irrazonable y 10 segundos adicionales
para examinar la bola y determinar si está en reposo. Si para entonces la
bola no ha caído en el agujero se considera que está en reposo y
el jugador debe proceder
a completar el hoyo. Si la bola cae en el agujero después de que el límite de tiempo haya expirado se
considera que el jugador ha embocado con su último golpe y debe añadir un
golpe de penalización a su resultado para el hoyo. Las Reglas no dan ninguna
recompensa al retraso.
No se puede desarrollar ninguna competición
satisfactoriamente sin la cooperación entre el Comité y los competidores. Los Comités tienen especial tendencia a ser descuidados al
publicar información completa que cubra las condiciones
bajo las que el evento se desarrolla [Regla
33-1].
Es
importante que el Comité:
·
elabore los horarios de salida y los grupos [Regla 33-3] y
·
prepare tarjetas de resultados para el juego por golpes [Regla 33-5],
·
establezca
un procedimiento definitivo para deshacer los empates [Regla 33-6],
·
decida done hacer los agujeros
[Regla 33-2b],
·
establezca un área de prácticas [Regla
33-2c],
·
defina con
precisión todos los límites y márgenes
[Regla 33-2a] y
·
hacer
todas las Reglas Locales necesarias [Regla
33-8].
El jugador por su parte debe enterarse de todas las condiciones publicadas por el Comité [Regla 33-1], averiguar su handicap [Regla 6-2], estar a tiempo en el primer lugar de salida [Regla 6-3] y en el juego por golpes comprobar y devolver una tarjeta de resultados correcta para él y su compañero competidor, si es su marcador [Regla 6-6]. Si el Comité no publica toda la información necesaria cubriendo las condiciones de juego, difícilmente puede hacerse responsable al jugador por no cumplir con ellas, de igual forma que el Comité no puede ser considerado responsable de la omisión del jugador de asesorarse sobre las condiciones publicadas.
Una de las más tristes situaciones del golf se refiere al caso demasiado frecuente en el que un competidor en el juego por golpes ha firmado inadvertidamente y devuelto una tarjeta de resultados incorrecta. El total puede ser correcto pero, debido a una suma defectuosa, el intercambio de resultados entre dos hoyos, o el simple descuido, el resultado de un hoyo es menor que el realizado verdaderamente. No es casi nunca una cuestión de deshonestidad – simplemente descuido. Desafortunadamente el Comité o las Reglas de Golf no pueden prestar ayuda. Debería estar el resultado correcto y el competidor es el único que debe ser responsable de devolverlo [Regla 6-6d]. Quizás algún brillante psicólogo algún día será capaz de explicarnos por qué un golfista dedicará días de práctica para ir a un torneo y certificar el resultado de todos estos esfuerzos sin perder sesenta segundos adicionales en comprobar su tarjeta.
La demora en el juego
ciertamente viola un principio sagrado de la gente libre: el derecho equitativo de cada individuo a disfrutar
del campo de golf [Regla 6-7].
EL JUEGO
MULTIBOLA
La gran mayoría del golf
hoy en día se juega en partidos multibola [Definiciones:
Bando,
Modalidades en el juego por
hoyos y Modalidades en el juego por golpes], principalmente cuatro bolas por
hoyos, y sin embargo pocos jugadores van lo suficientemente lejos en el libro
de Reglas para familiarizarse con las Reglas 30 y 31 y consecuentemente acaban confundidos cuando las Reglas básicas para
el juego por hoyo y por golpes no parecen cubrir las
situaciones que les ocurren.
Debería recordarse que en el juego multibola hay más de dos bolas y dos jugadores implicados; hay más de dos bandos o si no, hay más de una bola en al menos uno de los dos bandos, excepto que en el juego por golpes puede haber más de un compañero competidor.
Las Reglas de Golf se aplican al juego multi bola tanto como se puede [Reglas 30-1 y 31-1], pero obviamente con tantas bolas y compañeros se necesitan algunas reglas especiales. Estas reglas especiales son la consecuencia lógica de las condiciones especiales. Por ejemplo, donde hay compañeros en al menos uno de los bandos, cada uno jugando una bola distinta, las bolas que pertenecen al mismo bando pueden ser jugadas en el orden que el bando considere oportuno [Regla 30-3b y 31-4] y si la infracción de una regla por uno jugador sirve de asistencia a su compañero, ambos jugadores son penalizados, mientras que de otra manera la penalización se aplica sólo al jugador [Reglas 30-3f y 31-8].
En el juego por hoyos mejor bola y cuatro bolas, cuando son detenidas bolas en movimiento o movidas bolas en reposo, las penalizaciones varían de acuerdo a quién es la parte culpable. Aunque los arreglos son bastante lógicos esta es quizás una de las situaciones más complicadas en el juego multibola, y aunque se haya cubierto previamente en este capítulo es de importancia suficiente como para merecer más explicaciones. Cuando la bola es parada por el bando del jugador, sólo el jugador adquiere la penalización de un golpe, ya que se presume que es el único beneficiario [Reglas 19-2 y 30-3f]. Pero cuando cualquiera de los contrarios para la bola el jugador puede antes de que se juegue ningún otro golpe cancelar el golpe y repetirlo o elegir jugar la bola como reposa [Regla 19-3].
Cuando una bola es movida accidentalmente por cualquier de los compañeros, el dueño de la bola es penalizado [Regla 18-2a], pero cuando el bando contrario el que provoca el movimiento, sólo el contrario culpable es penalizado [Regla 18-3]. En ambos casos la bola debe ser repuesta.
En tres bolas por hoyos, las penalizaciones quedan confinadas a los dos jugadores implicados en el caso de parar bolas en movimiento o de mover las que están en reposo [Regla 30-2]. En lo que concierne al tercer jugador, su estatus con el que perpetra el crimen permanece invariable y sólo consiste en una situación de “eventualidad en el juego” para la bola que estaba en movimiento y sin sufrir ningún daño para la bola en reposo movida, ya que la bola debe ser repuesta.
Si la discusión sobre
las Reglas multibola ha sido de alguna manera más larga que la de otras Reglas, ha sido con la
esperanza de obtener una mayor familiaridad con esta sección olvidada del libro de Reglas.
20. REVISION ALEATORIA
Las complejidades del juego del golf exigen mucho del código de Reglas que gobiernan su juego. Que el presente código es adecuado a tan difícil tarea se puede acreditar al hecho de que las Reglas son el producto de siglos de experiencia y el sabio consejo de hombres cuyo amor por el juego les ha inspirado a proteger celosamente todas las características más nobles de este gran deporte.
Cualquiera que ha dedicado su tiempo a estudiar las Reglas y ha tenido la experiencia de aplicarlas va a desarrollar una filosofía con respecto a su propósito y lo que deberían y no deberían intentar cubrir o cumplir. Es interesante notar que hay pocas variaciones en esta aproximación a las Reglas entre aquellos cuyo conocimiento de las Reglas está basado en una larga y variada experiencia. Las diferencias de opinión se confinan a aquellos cuyo interés es nuevo o casual o aquellos que nunca se han enfrentado con el problema de esbozar las propuestas que tan confiadamente presentan.
Por ejemplo, el error más común en el que es fácil caer, incluso para aquellos con considerable experiencia, es sacar conclusiones sobre el procedimiento de una Reglas basándose en una situación individual. El caso aislado hace una mala Reglas. La aplicación es a la Reglas, y no al caso individual. Difícilmente haya una Regla en el libro que no esté, en ciertas circunstancias, de alguna manera relacionada con casi todas las demás Reglas restantes, ya sea directamente en su aplicación o indirectamente en el mantenimiento de un sentido de equidad o balance en el código como un todo. Por lo tanto es más importante considerar cualquier alteración en una Regla dada por sus efectos en las otras Reglas más que por su efecto en la situación particular a la que se aplica.
Más aún, suena extraño decirlo,
las Reglas no siempre tienen que ser lógicas, o por lo menos es demasiado
esperar que lo sean. Hay siempre casos donde, para ser conformes con las
Reglas que cubren situaciones antiguas o más importantes, una Regla en particular
puede no parecer ser totalmente razonable cuando se la considera por si sola.
La propuesta más común sobre las reglas es que deberían ser simplificadas y condensadas. Pero es ese mismo grupo que levanta esta apasionada
apelación a la razón suele ser muy a menudo expertos de
vestuario que esperan que las Reglas proporcionen una respuesta a cada pregunta hipotética que su
ingenuidad pueda inventar.
Las Reglas no sólo deben servir como una guía para el
jugador, sino que también sirven para responder las muchas cuestiones
perplejas que los jugadores echan a las espaldas de los esforzados y concienzudos miembros del Comité a cargo del torneo. Un simple ejemplo puede servir
para ilustrar la gran complejidad de situaciones que deben ser cubiertas por
las Reglas, La bola de Willie ha sido movida. ¿Qué hace Willie con ello y qué sucede con
todos aquellos involucrados cuando la bola ha sido movida por el caddie de Willie, su compañero, la bola de su contrario, otra bola, durante la
búsqueda, en el green, en un obstáculo, en el lugar de salida, en
cualquier otra parte, antes o después de preparar el golpe, accidentalmente o a
propósito, al levantarla o reponerla, al quitar una obstrucción o un
impedimento suelto, al medir o cualquier otra circunstancia concebible; y además, cómo se tratan
todas estas circunstancias en el juego por hoyos, juego por golpes, individual,
foursome, cuatro bolas, mejor bola, tres bolas y threesome; y finalmente cuáles son las definiciones para todas estas variadas situaciones y modos
Esos que favorecen un código condensado parece que esperan que los
problemas de Willie
serán
completamente contestados con un corto párrafo en el libro
de Reglas. Las dificultades de Willie
son reales, suceden frecuentemente pero desafortunadamente
no pueden ser despachadas de forma breve y no es ni siquiera práctico hacerlo sin separar las distintas respuestas a
través del libro de Reglas bajo
varias agrupaciones generales en las que las
Reglas parecen dividirse naturalmente.
Por otra parte las Reglas pueden ser sobrecargadas y distorsionadas en el esfuerzo de cubrir todas esas raras ocurrencias de las que es objeto un juego como el golf. El difunto Mr. Richard Francis, uno de nuestros más agudos expertos y autor de “Golf - Sus Reglas y Decisiones”, a menudo sugería que no deberíamos preocuparnos por las cosas que ocurren sólo una vez en cien años o sólo en el vestuario. El punto que Mr. Francis hizo tan correctamente es que el cubrir los eventos raros o hipotéticos no sólo recarga el libro y disipa la atención sin conseguir nada valioso sino, lo que es más serio, puede llevar a cambios desafortunados en las Reglas que se usan frecuentemente, con el objeto de cubrir un suceso muy excepcional para el que la aplicación de alguna Regla resulta ser injusta.
Hay algunas cosas en el juego del golf que las Reglas no tratan de cubrir, Las Relas no son un código moral sino que pretender servir como una guía para caballeros que juegan un noble deporte. Existe la historia del novato cuyo disfrute de un día de deporte había sido hecho imposible por la “deportividad” de uno de esos raros inadaptados en golf. A la conclusión de la infeliz vuelta se volvió a su libro de Reglas pero, al no encontrar consuelo en él, pidió el consejo del experto en la materia del club. Después de escuchar el triste relato, ese que todo lo sabe, remitió a su ignorante amigo a la Regla 35. Incluso el más cuiidadoso examen del libro de Reglas impidió la aparición de una Regla 35, así que el sediento de conocimiento volvió a su amigo letrado.
“No,” dijo el sabio en respuesta a la
pregunta,
“la Regla 35 es una de las Reglas
no escritas.”
“¿Y qué dice?” Inquirió el neófito.
A lo que el infinitamente
sabio respondió, al tiempo que se giraba sobre
sus talones buscando un entretenimiento más productivo:
“No se juega al golf con sinvergüenzas.”
Es en efecto cierto que la
ética del
juego en golf es muy alta y que aquellos que no
cumplen con este standard simplemente no
reciben invitaciones a partidas amistosas o a competiro
en eventos por invitación. El deseo
de hacer lo correcto es tan fuerte y tan universal en golf como para sacar a
relucir la cuestión de por qué aquellos que fijan estos standards
están dispuestos, por su ignorancia de
las Reglas, a mostrarse vulnerables a las mismas comisiones y omisiones en el
correcto preceder por las que ellos condenan a sus acompañantes menos escrupulosos. Un jugador no debería ser excusado por su ignorancia de las Reglas. En
un deporte como el golf, no cumplir las Reglas, debido a la ignorancia, solo
puede servir para avergonzar a aquellos que están mejor informados y para
privarles del disfrute de un día de diversión.
21. JUEGA
Este
pequeño trabajo habrá cumplido su propósito si el lector que ha
sobrevivido hasta
este punto está ahora en posesión de dos nuevas pertenencias:
UNO: Un más comprensivo conocimiento de las Reglas.
DOS: Una mejor habilidad para encontrar su camino en el libro de
Reglas.
Esperando que estas dos
nuevas adquisiciones aumenten el disfrute del juego por el
lector, le dejamos con estas dos sugerencias a
modo de conclusión:
UNO: Que el libro de Reglas
comience a ser parte del equipo de golf del lector y sea consultado a medida
que surjan cuestiones sobre las Reglas, en el juego o en una discusión, durante el transcurso de una vuelta.
DOS: Que el lector comparta su nuevo interés en el juego
con sus compañeros de golf.
Apéndice
El
siguiente sumario de principios presentado en este libro se ofrece para
conveniencia
de aquellos que quieran revisarlos de una forma condensada:
LOS DOS GRANDES
PRINCIPIOS
1
Juega el campo como lo
encuentres.
Capítulo 5
2
Pon la bola en juego al comienzo del hoyo, juega sólo tu propia bola
y no la toques hasta que
la levantes del agujero.
Capítulo 6
LOS PRINCIPIOS
OPERATIVOS
3
En el juego por hoyos, sólo tú y tu contrario estáis involucrados
pero en el juego por golpes cada competidor en el campo
tiene un
interés
en el
resultado de tu juego.
Capítulo 8
4 El
jugador en el juego por hoyos tiene el derecho a conocer el estatus
de su partido en todo
momento.
Capítulo 9
5 La penalización no debe ser menor que la
ventaja que el jugador podría
obtener de una
violación de las Reglas en particular.
Capítulo 10
6
Situaciones similares deben ser
tratadas de forma similar.
Capítulo 11
7
El caddie es un miembro del
bando del jugador
Capítulo 12
8
Cuando es posible hacerlo, se debería garantizar el alivio por
interferencia que pueda ser injusta o ajena
al partido del jugador
Capítulo 13
9
Excepto para el consejo de aquellos en su bando, el
jugador debe
jugar su
propio juego
Capítulo 14
10 Las condiciones en las que
los jugadores juegan el campo deberían
ser los más similares
posible.
Capítulo 15
11
El jugador tiene derecho en todo momento a recibir
suficiente
información
para permitirle proceder con su partido de acuerdo
con las Reglas y el Comité tiene la responsabilidad de proteger los
derechos de todos los jugadores
Capítulo 16
12
Las Reglas no deberían tratar de abarcar lo excepcional.
Capítulo 17